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29 de agosto de 2018

Las mujeres pobres y el feminismo




Las mujeres pobres no son felices cuidando a tus hijos e hijas, ni limpiando tu mierda, ni la de tu familia. No son altruistas ni quieren ayudaros a cumplir vuestro sueño de tener hijos biológicos. Las mujeres pobres no son felices cuando la viola tu marido o tu padre, pagando o sin pagar, en el burdel o en la calle. No han nacido para hacer ricos a los hombres que trafican con mujeres. Las mujeres pobres no existen para que tú puedas ser feliz, para que puedas trabajar y disponer de más tiempo libre, para que te libere de las tareas domésticas y los cuidados, para que puedas tener hijos con tus genes, o para calmar las ansias de tu marido en una película porno o en un puticlub. 

Las mujeres pobres no han nacido para aliviar a los soldados en las guerras, ni para que todos se descarguen sobre ellas en las fronteras entre países. Ellas aguantan toda la violencia del mundo con sus cuerpos, sostienen el capitalismo en sus hombros, limpian la mierda de todo el planeta, y están completamente excluidas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos Fundamentales. Ellas no pueden estudiar, ni elegir profesión, ni elegir la maternidad, ni viajar, ni ser dueñas de su cuerpo y su sexualidad, y no son libres para hacer lo que deseen con sus vidas porque están marcadas por la necesidad. 

No son pobres porque quieren, dejad ya de decir que ellas venden sus coños, sus culos, sus riñones y sus bebés porque quieren, que emigran porque quieren, o que limpian la mierda porque quieren. Si todas tuviesen ingresos y derechos, los hombres no podrían enriquecerse con ellas, no habría vendedores de bebés, ni proxenetas, ni clientes, ni negocio posible. La única forma de cambiar el mundo es acabando con la explotación de mujeres pobres, y con todo el clasismo y el machismo que sostiene y justifica la explotación. 

La violencia patriarcal se ceba sobre las mujeres más pobres, y destruye no sólo sus vidas sino también las de sus bebés. Dos imágenes espantosas tengo hoy en la cabeza: una bebé que no reconoce a su mamá porque Trump las separó durante meses, en el vídeo su mamá la tiene en brazos y trata de calmarla, ella se quiere zafar y llora, la mamá desesperada queriendo abrazarla. Segunda imagen: los compradores que arrancan a los bebés de los brazos de sus mamás en el paritorio, los llantos desgarradores de esos bebés, los compradores haciéndose fotos con el bebé, la mamá coge la manita del bebé para despedirse porque no la dejan cogerlo en brazos. En los dos casos todo es legal. El sistema machaca a los más débiles, las mujeres pobres y sus crías, las castigan si quieren ser madres y si no quieren serlo, las castigan si quieren salir de la pobreza emigrando, las seducen para que salgan de la pobreza vendiendo a sus bebés. Nacer mujer, pobre y no ser blanca es lo peor que le puede pasar a un ser humano en este planeta Patriarcado.

Las mujeres pobres creen en Dios, pero Dios no cree en ellas. Le piden protección, ayuda, misericordia, pero a Dios no le gustan los pobres, ni le gustan las mujeres. Dios sólo ayuda a la gente con éxito que acumula riquezas y poder. A ellas no les llega la misericordia infinita del Señor aunque siguen pagando el diezmo religiosamente en sus iglesias.

Las mujeres pobres creen en la salvación a través del amor romántico con un Señor menos divino que el anterior, pero es una trampa a través de la cual adquieren una doble jornada laboral sin remuneración, lo que se llama trabajo gratis o esclavitud moderna. Cuando el hombre se larga con otra, la carga de los hijos las estanca todavía más en la pobreza. Nunca el amor las salva de nada. 

Y por último tratan de engañarlas con el mito de que trabajando duro podrán salir de la pobreza, y no es cierto, por mucho que estudien y se esfuercen no dejarán de ser pobres jamás. No hay salvación posible para ellas, ni emigrando, ni comprando lotería, ni vendiendo sus cuerpos, ni sus bebés, podrán salir de la pobreza y la explotación. 

Porque el mundo necesita a las mujeres pobres, el capitalismo necesita mano de obra gratis, y el patriarcado necesita siervas para cubrir las necesidades básicas de los hombres.

 Y como son tan necesarias, cuando desobedecen y se rebelan, las mata el Estado o las mata el marido. Cuando se organizan para luchar por sus derechos, por los de los animales y la naturaleza, las matan las multinacionales que se dedican al petróleo, a la industria hidroeléctrica, a la megaminería, o a la plantación extensiva de piña, aceite de palma, bananos, etc. 

Todo el patriarcado se les echa encima cuando osan desafiar las leyes patriarcales, cuando piden igualdad, justicia y derechos, por eso se aplica tanta violencia sobre ellas: violaciones, torturas, palizas, en la calle y en casa, en todos los rincones del mundo. El odio a las mujeres pobres es mayor aún si son feministas, si son extranjeras y migrantes, si son indígenas, negras, mestizas, asiáticas o árabes: en ellas se condensan todos los odios y todas las opresiones de la jerarquía patriarcal. Porque no son hombres, no son blancas, no son ricas, no son occidentales: son escoria, son las nadie, son las invisibles, son la mano de obra  barata para coser las camisetas baratas y los bolsos caros que compran las blancas, son la mina de oro para puteros y proxenetas, son las criadas de millones de hombres en todo el mundo. 

Creo que la única salvación posible es la lucha feminista anticapitalista, antirracista, antifascista e interseccional que derrumbe este sistema patriarcal, violento, injusto y cruel. El feminismo sólo puede ser revolucionario si queremos que los derechos sean para todas y todos. 


Coral Herrera Gómez 

28 de agosto de 2018

Busco amor, y me encuentro feminismo




Muchas de vosotras venís aquí a buscar amor, y os encontráis con feminismo. Me escribís contándome que os sorprende llegar a mi muro y a mi blog, y encontrar teoría política aplicada al área de las emociones, el deseo, y las relaciones. Que os suena todo muy sensato, y que parece más fácil aplicarle la teoría feminista al amor con los análisis y las herramientas que voy ofreciendo en mis escritos. Que la mayoría de ellos son fáciles de leer, que son útiles para vuestra vida personal y profesional, para trabajar en clase o en casa con adolescentes.

Que el feminismo se entiende más fácil, que os está cambiando la vida, que ya no os sentís condenadas a sufrir por amor, que estáis aprendiendo a quereros y a cuidaros, que estáis haciendo autocrítica y trabajando a fondo los patriarcados que os habitan, que os estáis liberando de las relaciones en las que no sois felices, que estáis abriendo los ojos a una nueva forma de entender el amor y las relaciones, que estáis con ganas de explorar nuevas formas de quererse y de disfrutar más del amor y de la vida...todas estas cosas que me decís, me hacen sentir útil, y me hacen sentir que todo mi trabajo merece la pena. 

Al principio nunca pensé que me leería gente que no conocía el feminismo, de alguna manera creía que la gente se espantaría al leer cosas como "patriarcado", "capitalismo", "derechos humanos", "solidaridad", "amor del bueno", "compañerismo", "feminismo", pero creo que ha sido más bien al revés: esto de la revolución amorosa feminista es contagioso, y las #MujeresQueYaNoSufrenPorAmor somos cada vez más, ¡gracias a todas por vuestros lindos mensajes y por seguir mi blog!

Hoy estoy celebrando que ya he recibido 5 millones de visitas en mi blog, después de 8 años y 513 post, así que quería agradeceros vuestra presencia aquí, vuestro apoyo en redes, y todo el amor del bueno que me llega de tantos países diferentes, ¡muchas gracias a todas y a todos!

Coral Herrera Gómez 

25 de agosto de 2018

Tomarse un cafecito con el profesor




Veo a las chicas jóvenes tomando cafecito con el profesor mayor en los bares y restaurantes cercanos a la Universidad y me pregunto cómo es posible que a estas alturas todo el mundo lo vea normal, y nadie se pregunte por qué no hay profesoras mayores tomando cafecito con chavalitos jóvenes. Veo a esas chicas escuchando con atención a esos profesores, sonrientes, complacientes, pensando probablemente con angustia en esa beca que necesitan, en ese hueco en el Departamento de investigación, en esa nota más alta que necesitan para subir la media en su expediente. 

Veo que la mayoría de esos profesores son hombres casados con el Ego inflado presumiendo de su bagaje intelectual para deslumbrarlas y presumiendo de sus conquistas delante de todo el mundo. Les veo cómo utilizan su poder para hacer sus demostraciones de virilidad, y cómo se aprovechan de la necesidad de esas alumnas para acercarlas a a casa en su carro, para invitarlas a comer, para intimar con ellas con la excusa de ayudarlas en sus trabajos de investigación o en la obtención de alguna plaza en la Universidad. Los veo salir con ellas de los moteles que alquilan habitaciones por hora cerca de la Universidad, y me da una rabia tremenda. Porque me acuerdo de los cafecitos a los que me invitaron a mi y las insinuaciones que recibí, y pienso que ojalá alguna compañera feminista me hubiese dicho que no hay nada que negociar fuera de la Universidad, y que no tenía porqué aguantar viejos verdes. Lo mismo cuando salí de la Universidad, la de tipos que me han invitado a café con la excusa de conocernos mejor para darme un puesto de trabajo, y la de veces que he tenido que largarme de esas situaciones con hombres con poder en empresas privadas, instituciones públicas, agencias de la ONU, organismos de cooperación que se me insinuaron. 

Perdí buenos puestos de trabajo porque salía corriendo, pero ojalá nunca hubiera tenido que pasar por eso, ojalá ninguna chica joven tuviera que pasar por eso para hacer carrera en la Universidad o en el mercado laboral. Nunca lo conté porque me daba vergüenza. Sólo tomé conciencia de lo violentas y machistas que son esas relaciones de poder cuando estalló el #MeToo y millones de mujeres contaron historias parecidas a la mía: actrices, deportistas de élite, científicas, empleadas del hogar, camareras, cantantes, cajeras de supermercado... me di cuenta que no había sido un problema personal mío, es un problema colectivo y por eso luchamos las feministas, para acabar con esas relaciones de poder cargadas de testosterona y tensión sexual en el mundo laboral. 

Después de hablar de ello en espacios públicos, el siguiente paso sería preguntarse: ¿cómo vamos a hacer para evitar que más chicas tengan que pasar por esto?, ¿qué cambios habría que hacer en la Universidad para que ninguna estudiante dependa de los deseos sexuales y del Ego de su profesor?, ¿qué van a hacer los hombres para dejar de aprovecharse de la ingenuidad y la necesidad de las mujeres?, ¿cuándo dejarán de invitarnos a cafecitos? 

A nosotras nos toca empoderarnos y organizarnos, chicas, visibilizar y denunciar esas relaciones de poder, olvidarnos de los jefes y los directores, buscar espacios de trabajo en red con otras mujeres, tomar esos cafecitos con las compañeras, y compartir nuestras experiencias públicamente para que les sirvan a las nuevas generaciones de mujeres. 

#NoMásCafecitos #ProfesoresYAlumnas#UniversidadPatriarcal #MercadoLaboral #AcosoSexual

20 de agosto de 2018

¿Qué tienen en común los maltratadores y asesinos de mujeres?



Los hombres que asesinan a sus novias, ex novias o esposas tienen varias cosas en común, aunque tengan edades muy diferentes, pertenezcan a diferentes clases sociales y religiones, y vivan en puntos muy distantes del planeta:
-No están locos, ni son enfermos: matan porque son machistas y violentos .
-Creen que les mueve el amor, pero en realidad les mueve el odio. Confunden ambos términos porque son sentimientos muy fuertes, pero en realidad ninguno de ellos tiene capacidad para amar, para querer, para cuidar a nadie.
 - Castigan a las mujeres porque no saben aceptar las derrotas, ni entienden que las historias de amor empiezan y acaban, son incapaces de aceptar con humildad que todos somos libres para quedarnos o para irnos, y que las mujeres también lo son.
-Son hombres profundamente obedientes al patriarcado, y no toleran la insumisión ni la rebeldía femenina al papel que nos ha tocado durante siglos. Son soldados del patriarcado, lo interiorizan, lo defienden, lo imponen, y lo asumen sin cuestionarlo.
-La mayoría no trata a las mujeres como compañeras, sino como enemigas, y no disfrutan de las relaciones porque creen que el amor es una guerra.
-Su masculinidad frágil está en su punto de vulnerabilidad más alto. Cuanto más inseguros se sienten, más violentos son.
- Destrozan la autoestima a sus víctimas para hacerles más vulnerables y dependientes. Usan mucho la culpa para que aguanten más tiempo los malos tratos.
- Creen que son dueños de su pareja y que por tanto pueden disponer libremente de la vida de ella.
-Aman y defienden su libertad, mientras reprimen la de sus compañeras. La mayoría tiene muy claro que la monogamia es para ellas, no para ellos.
-No saben identificar, expresar y gestionar sus emociones, ni saben comunicarlas.
-No saben vivir su dolor sin hacer daño a los demás.
-Sufren un enorme complejo de inferioridad y superioridad con respecto a sus compañeras, se sienten dependientes de ellas y a la vez se sienten superiores.
- Su Ego necesita ser el más importante, y se siente profundamente herido cuando no son los protagonistas absolutos, cuando no están en el centro de la atención de la otra persona, cuando les desobedecen, cuando les traicionan, o cuando les dejan de querer.
- Tienen mucho miedo al «qué dirán»: el maltratador no quiere parecer un fracasado, temen que su masculinidad y honor queden cuestionados tras la ruptura de la pareja, tienen miedo a las burlas de los demás hombres si sus mujeres no les obedecen, les son infieles o les abandonan.
-Tienen miedo al futuro y a los cambios, por eso no admiten separaciones ni divorcios: quieren que todo siga igual que siempre, con sus privilegios y con su posición de dominación en la pareja .
-Están muertos de miedo. Tienen miedo a quedarse solos, a que nadie les quiera y les cuide.
-Cuanto más miedo tienen, más rabia sienten ante todo aquello que no pueden controlar, protagonizar o liderar.
-Instauran un régimen de terror en sus casas para que el miedo de ella sea más grande que el suyo propio. Amenazan, chantajean, hacen dramas, y quieren ser el centro de atención de su víctima, aunque sea haciéndole la vida imposible.
- Se sienten humillados con la libertad de las mujeres para dejar una relación cuando quieren.
- Se sienten impotentes: no pueden modificar la realidad a su antojo ni pueden comprar amor. No pueden tampoco obligar a ninguna mujer a que les ame. No pueden ejercer el control sobre los sentimientos de los demás porque el Amor es radical y hermosamente libre, lo que les llena de frustración porque no pueden hacer nada para retener a una mujer a su lado.
- Se sienten atacados por la revolución feminista que nos está cambiando la vida a millones de personas. Están llenos de rabia, no comprenden los cambios sociales, y creen que cuantos más derechos tienen las mujeres, menos privilegios tienen ellos. Creen que la igualdad les perjudica, y algunos odian profundamente a las humanas del género femenino en general, y a las feministas en particular.
-Se sienten frustrados porque su princesa no es tan sumisa, ni tan sacrificada, ni tan entregada como les prometieron en las películas. Las mujeres buenas no abundan: para la mayoría somos todas malas, mentirosas, manipuladoras, mezquinas, dominantes, crueles y perversas. De ahí la desconfianza que sienten hacia nosotras, pues creen que si se enamoran van a perder su libertad y su poder. Cuando se enamoran, sin embargo, se decepcionan cuando descubren que su princesa es «como todas».
Los hombres a los que admiran y sus héroes de ficción consiguen lo que quieren con la violencia, se divierten con la violencia, y resuelven sus problemas con violencia. No saben hacerlo de otro modo, así es como triunfan y tienen éxito: matando y sometiendo a los demás hombres, y a las mujeres.
-Tienen problemas para disfrutar de su sexualidad y sus relaciones amorosas porque se sienten presionados para dar la talla en a cama, y su forma de entender y experimentar el placer es muy limitada, pues la mayoría lo único que hace es descargar en pocos minutos para sentir que han cumplido con su rol de macho semental. Sienten poca empatía hacia sus compañeras sexuales, hacia sus necesidades, sus apetencias, sus gustos, y ni preguntan, ni escuchan, ni tienen ganas de aprender a dar placer a sus parejas. Y se sienten acomplejados cuando se juntan a una mujer empoderada que vive con plenitud su sexualidad y su erotismo.
-Están confusos y desorientados con respecto a su masculinidad y a sus roles, no saben cómo gestionar la falta de control sobre sus emociones y las de su pareja, no saben cuál es su papel en un mundo que cambia a velocidad vertiginosa y se llena de mujeres empoderadas que ya no necesitan a un hombre para mantenerse, ni para tener hijos, ni para ser felices.
- Creen que tienen derecho a vengarse cuando les hacen daño, y que pueden hacerlo con saña y crueldad, porque el amor es una guerra en la que todo vale. Cuanto más violencia empleen, más fácil será que la prensa y los jueces crean que fue un acto de amor y lo llamarán "crimen pasional".
- Cuando se vengan de una, se están vengando de todas. El odio hacia las mujeres se llama misoginia y se aprende a través de la familia, la Escuela y los medios de comunicación. Muchos de ellos además son anti-derechos humanos y anti-feministas declarados, y están llenos de prejuicios machistas.
- Muchos han sido criados en hogares machistas y no conocen otros modelos de relación amorosa. Ven natural y normal la violencia contra las mujeres porque lo han visto y lo han sufrido desde siempre.
- Algunos parecen buenas personas, y hasta pueden ser muy románticos. Pueden ser profundamente autoritarias y a la vez son muy vulnerables, pueden ser muy sensibles, y extremadamente crueles a la vez. Así consiguen ser perdonados una y otra vez: utilizan sus encantos, muestran a su niño desamparado para enternecer el corazón de su víctima.
- La violencia machista les ha dejado heridas para toda la vida a muchos de ellos, pero no tienen herramientas para romper con la cadena de la violencia y los malos tratos que han heredado de su familia.
- No saben pedir ayuda, aunque la necesiten desesperadamente cuando sufren tsunamis emocionales que les inundan y les sobrepasan. Ni piden ayuda profesional, ni piden ayuda a sus seres queridos: no lloran, no se desahogan, no saben hablar de lo que les pasa, no ven que el problem está en ellos. Y cuando lo ven, van hasta el final creyendo que no tienen otro camino que morir matando, auto destruyéndose y destruyendo a su compañera, a los hijos e hijas, a toda la familia.

Entender cómo se sienten y qué piensan los hombres que maltratan a sus compañeras, que ejercen sobre ellas violencia psicológica y física, y que pueden acabar asesinandolas, es fundamental para parar los feminicidios. Estamos ante un problema político y social extremadamente grave, y las soluciones no son individuales, sino colectivas.

Necesitamos ir a la raíz del problema si queremos acabar con la violencia machista: lo que nos mata no es el amor, es el patriarcado y las masculinidades construidas desde la misoginia y el machismo.  Hay que dejar de mitificar la violencia romántica y acabar con el romanticismo patriarcal, es urgente que los hombres se pongan a trabajar las masculinidades y que entre todos liberemos al amor del machismo.

Coral Herrera Gómez

16 de agosto de 2018

Si en algún momento dudas

Si en algún momento dudas en los debates que hay en el espacio social, si no tienes claras tus posiciones con respecto al matrimonio igualitario, el aborto, la inmigración, el feminismo, la gestación subrogada, los refugiados, las violaciones y el acoso sexual, cualquier tema sobre el que no hayas leído mucho, sentipiensalo desde la empatía, la solidaridad, la honestidad, la generosidad, la hospitalidad, y con todo el amor que alberga tu corazón.

Si dudas, si tienes miedo a equivocarte, mira siempre hacia la grandiosa Declaración Universal de Derechos Humanos, que es una guía mundial para la paz, la justicia social, para la libertad y la igualdad. Es uno de los grandes tesoros de la Humanidad, y una gran ayuda para ponernos a pensar en soluciones para resolver nuestros problemas y conflictos sin violencia, para dejar de explotar y abusar de los más débiles, para acabar con la crueldad del capitalismo y el patriarcado.

Evita los peros y lánzate al maravilloso mundo de las preguntas: ¿mis creencias atentan contra los derechos humanos fundamentales de los demás?, ¿por qué hay tan poca gente con derecho a tener derechos?, ¿por qué el dinero te da más derechos?, ¿a quién beneficia que la mayoría del planeta no tengan derechos humanos garantizados por ley?, ¿cómo podríamos construir un mundo sin pobreza, explotación y violencia?, ¿podemos opinar sobre quién merece tener derechos y quién no, y por qué?

No nos dejemos llevar por el miedo, el odio, la ignorancia: hay que leer mucho, hay que hacer la revolución del amor, hay que parar las guerras. Pensemos en soluciones colectivas con imaginación y creatividad, en lugar de excluir, odiar, prohibir, cerrar fronteras y vivir con miedo. Hay muchas cosas que podemos hacer para parar esta locura, vamos a activar la imaginación y a trabajar en equipo para construir un mundo mejor #Solidaridad #AmorDelBueno #StopDiscursosDeOdio #NoAlMiedo #NoALaGuerra #DerechosHumanos #StopMachismo #StopRacismo #StopFobias #TernuraSocial #OtroMundoEsPosible

Coral Herrera Gómez

15 de agosto de 2018

Los Hombres y el Aborto


El Novio que no se pone el condón y no quiere ser papá.
El Marido que no quiere hacerse la vasectomía y le da igual tener 6 hijos o 60 porque no se ocupa de ninguno.
El Adúltero que obliga a abortar a su amante y al día siguiente va a misa con su familia
El Violador que nunca irá a la cárcel y del que nunca se hablará en los debates.
El Doctor carnicero que se forra haciendo abortos clandestinos para pobres.
El Doctor de lujo que se forra haciendo abortos en secreto para ricas.
El Político que legisla en contra de nuestros derechos humanos fundamentales, si, con nuestros votos, con vuestros votos.
El Periodista que criminaliza a las mujeres pobres y justifica a los violadores y asesinos a de mujeres.
El Juez que encarcela a la mujer pobre que aborta, y que absuelve a los violadores porque no ve violencia en las violaciones.
El Cura que manda al infierno a todas las mujeres y que pide abstinencia sexual mientras viola niñas.
El Papá que no quiere que su hija reciba educación sexual ni use anticonceptivos ni aborte ni sea madre, y cuando se queda embarazada la echa de casa.
El Senador que odia a las mujeres que son madres solteras. A las que abortan. A las que dan en adopción. A las que crían en pareja lesbiana. A las mujeres violadas. A todas.

Muchos hombres implicados en el aborto, y ninguno es encarcelado, ni enferma, ni se mueren en abortos clandestinos. Todos opinan y ninguno asume sus responsabilidades en la anticoncepción y la salud sexual. Es hora de poner en foco en ellos y preguntarles: ¿cómo vais a contribuir para disminuir el número de abortos, cómo vais a cuidar a vuestras compañeras sexuales para que no tengan que pasar por eso?
#DerechosHumanosDeLasMujeres 

14 de agosto de 2018

ElDiaDeLaMadreYoQuiero




En el día de la Madre yo quiero: 

- que todas las maternidades sean libres y elegidas,

- que ninguna niña, adolescente o mujer adulta sea forzada a sufrir un embarazo, a tener un pato forzado, ni sea obligada a ser madre,

- tiempo, ingresos y apoyo de la comunidad para cuidar, criar y educar a nuestras crías,

- que se proteja a las madres, a los niños y las niñas de la violencia machista, 

- que todas tengamos garantizados nuestros derechos sexuales y reproductivos, 

-que nuestros niños y niñas tengan garantizados sus derechos humanos fundamentales y que tengan las condiciones para ser criados en entornos amorosos, y educados en las mejores condiciones,

- que no separen a las mamás de los recién nacidos en los hospitales. Es cruel, perjudicial e innecesario,

- que nos garanticen embarazos y partos respetados, con un personal sanitario sensibilizado y formado, queremos hospitales libres de violencia obstétrica y de crueldad, 

- que todas podamos disfrutar de nuestro derecho y el de los bebés a la lactancia materna. Que caigan todos los mitos, la desinformación, los prejuicios y la doble moral que nos censura, que todas las mujeres sean libres para decidir si quieren o no dar de mamar, y cuánto tiempo quieren hacerlo. 

- que todas las mujeres podamos vivir y criar en un mundo sin machismo, sin explotación, y sin violencia en el que las mujeres seamos libres y tengamos derecho a tener derechos. 

- que entre todas acabemos con la explotación reproductiva y la compraventa de bebés, que ninguna mujer pueda ser alquilada y utilizada por empresas, ni por "clientes". No somos mercancía, nuestros bebés tampoco,


- que tengamos tiempo libre y seamos cuidadas en los primeros años por nuestra red afectiva,

- que todas las madres tengamos unos ingresos dignos para poder criar a nuestros propios hijos e hijas si así lo deseamos,

- que toda la comunidad se involucre en los cuidados y la crianza de los bebés, los niños y las niñas, que la gente cercana disponga de un tiempo a la semana para cuidar a las madres y sus crías, a la gente enferma o discapacitada, a los adultos y adultas mayores de la red social y afectiva a la que pertenecemos.


- que todas las mamás podamos tener las condiciones económicas y los apoyos necesarios para poder disfrutar de la maternidad y la crianza de mis hijos e hijas, 


que respeten a las mujeres que no desean ser madres,

- más justicia social, más igualdad y más derechos para todas las mamás del mundo

 #MaternidadesLibresYElegidas#MaternidadesDeseadas #CostaRica


12 de agosto de 2018

Feminismo para Jóvenas




Os presento la nueva publicación colectiva en la que participo: Feminismo para Jóvenas, una compilación de diversas autoras y colectivas realizada por Nadia Fink y Laura Rosso y publicada en Antiprincesas / Chirimbote, una editorial de Argentina especializada en feminismos populares para niñas y niños, infancias diversas y adolescentes. Es mi tercera publicación en América Latina, me siento muy feliz de formar parte de este libro:

https://tienda-chirimbote.mercadoshops.com.ar/feminismo-para-jovenas-994284819xJM

11 de agosto de 2018

Reflexiones sobre el Aborto y el Derecho a Decidir de las Mujeres



En la mani del Aborto en Costa Rica estuvimos muchas mamás con nuestros bebés, y la gente de la calle no entendía que hacían ahí unas asesinas abortistas amamantando en público a sus crías, jugando con ellas, y bailando al son de la música y los cánticos. Precisamente cuando una es mamá es cuando adquiere conciencia plena de lo duro que es ser madre, de la violencia obstétrica que sufrimos en nuestros embarazos y partos, y la que sufren los niños y las niñas no deseados. Sabemos mejor que nadie que ninguna mujer debería ser obligada a parir, las maternidades sólo pueden ser libres y elegidas.

#Maternidades #AbortoLegalYa #SeráLey #MaternidadesLibresYElegidas


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El debate no es en torno al aborto, es una lucha entre patriarcado y el feminismo. Los defensores y defensoras del Patriarcado utilizan argumentos llenos de inconsistencias, creencias falsas, prejuicios y odio hacia la lucha feminista. No sienten contradicción alguna entre defender a las niñas no nacidas y apoyar la tortura a las niñas embarazadas de diez años de edad. 

Su crueldad viene del odio que sienten hacia los derechos de las mujeres y el control de nuestros cuerpos, sexualidad y maternidades. Por eso el debate en torno al aborto es tan político: porque los que dicen estar a favor de la infancia y la vida en realidad están en contra del feminismo, de la igualdad, de la libertad de las mujeres. 

Pero no lo dicen porque suena fatal reconocer públicamente ese odio que sienten contra las mujeres pobres y sin derechos, y contra las defensoras de los derechos humanos. Por eso en los debates se centran en el embrión y no en nuestro derecho a decidir y elegir la maternidad. Para ellos, las madres no pintamos nada. 

Son profundamente misóginos, antiderechos y antifeministas, pero lo que no saben es que no importa cuánto se resistan: el patriarcado se va a caer, y tarde o temprano, el derecho a decidir será ley 

#PatriarcadoEnExtinción #AbortoLegal #MaternidadesLibresYElegidas #DerechosDeLasMujeres



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A los que dicen: «cuidese si no quiere embarazarse», les comento que no existe ningún método anticonceptivo seguro al cien por cien, que todos pueden fallar por accidentes en su fabricación o en su aplicación, que la mayor parte de ellos daña la salud de las mujeres, que muchas se sienten presionadas por sus parejas para no usarlos, y que la ciencia sigue sin investigar los anticonceptivos masculinos porque los hombres siguen sin aceptar su responsabilidad en la anticoncepción y la salud sexual. Así que no crean que las mujeres no nos cuidamos, creo que nos cuidamos mucho más que ellos, nos va la vida en ello 

#SaludSexual #AbortoLegal #LosAnticonceptivosFallan #ResponsabilidadMasculina #AutocuidoMasculino #DerechosSexualesYReproductivos



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Somos seres sexuales, follamos por placer, para disfrutar, para gozar con los compañeros o compañeras sexuales y sentimentales. En el siglo XX logramos separar el sexo de la reproducción, y en el siglo XXI, utilizamos el sexo para procrear en muy pocas ocasiones, dos o tres veces a lo sumo de media en los países más desarrollados.

En la mayoría de los países sin embargo la mayor parte de los niños y niñas no son deseados ni planificados, lo que implica que la pobreza se cebe en las madres solas con hijos, altas tasas de maltrato infantil, tráfico de niños y niñas, abuso sexual, y la proliferación de enfermedades mentales y emocionales producto del abandono y la violencia que sufrimos en la infancia. A estas alturas deberíamos tener sólo hijos e hijas deseadas, porque tenemos los medios para controlar nuestra reproducción sin tener que renunciar al placer, al éxtasis y al amor.

Tenemos tecnología y conocimientos del futuro con leyes de hace un siglo, es hora de garantizar a todas las mujeres sus derechos fundamentales. El patriarcado está en extinción, el feminismo está en revolución, ya no queremos más mujeres obligadas a parir ni más muertas en abortos clandestinos.

#TardeOTempranoSeráLey #SeVaACaer #AbortoLegal #AméricaLatina #NiUnaMenos #VivasNosQueremos #MaternidadesLibresYElegidas #DerechosDeLasMujeres #RevoluciónFeminista



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En el futuro ninguna niña, ninguna mujer será encarcelada por abortar, ni torturada por el Estado, ni tendrá que parir por obligación, ni morirá abortando. Y todos esos hombres y mujeres que legislan ahora a favor del aborto clandestino serán recordados como los representantes del patriarcado criminal. 

Hasta entonces, seguiremos luchando contra el odio hacia las mujeres, contra las injusticias y por los derechos humanos. 

#SomosLaResistance #Feminismo #AbortoLegalYa #MaternidadesLibresYElegidas
 #SeVaACaer #PatriarcadoCriminal


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Si pensamos en el aborto desde el punto de vista de los niños y las niñas, no hay nada más terrible en el mundo que venir aquí sin ser deseado. Ser una tortura para tu madre durante nueve meses, salir al mundo sin padre porque no ha querido saber nada del tema, ser el producto de una violación, debe de generar en los bebés una tristeza inmensa, una angustia espantosa, un dolor que los acompañará toda su vida.

Los bebés no deseados son más vulnerables al maltrato, la violencia y el abuso sexual. Tienen más probabilidades de morir por accidentes y negligencias, y algunos acaban bajo la protección del Estado, muchos se crían sin besos, sin amor, sin cuidados, en entornos de pobreza y precariedad con mucha violencia intrafamiliar. Muchos son hijos de madres niñas o adolescentes que no pueden cuidar de si mismas ni de sus bebés. Muchos de ellos sufren trastornos y enfermedades mentales que no les permiten formar parte del sistema productivo.

Otros serán criados por abuelas con todo el amor del mundo mientras sus mamás estudian y trabajan, pero sin padre porque la mayor parte se desentiende. Quizás pague pensión, pero no se hará cargo de su paternidad, lo que perpetúa la pobreza de las mujeres solas con hijos.

Es una crueldad traer niños y niñas no deseados al mundo, es una crueldad obligar a parir y criar a niñas y adolescentes. No es justo para las madres ni para las crías, necesitamos más educación sexual, anticonceptivos y aborto legal, seguro y gratuito con urgencia.

#CostaRica #8A #MareaVerde #AbortoLegal #MaltratoInfantil #DerechosDeLasMujeres #MaternidadesLibresYElegidas #PaternidadesResponsables #EducaciónSexual


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Si pensamos en el aborto desde el punto de vista de los hombres, la verdad es que no es justo que toda la responsabilidad de la anticoncepción y la planificación familiar recaiga sobre las mujeres. Somos nosotras las que cargamos con todo el peso del embarazo, con los cambios brutales que conlleva para nuestros cuerpos y emociones, somos nosotras las que criamos y educamos a los niños y niñas en la mayor parte del planeta, somos nosotras las que morimos en abortos clandestinos, así que somos nosotras las que tenemos el derecho a decidir sobre la maternidad.

La Medicina no invierte en anticonceptivos masculinos, los hombres siguen resistiendose a usar el condón y a hacerse la vasectomía, siguen huyendo cuando hay un embarazo no deseado, siguen sin acompañar a sus parejas a hacerse un aborto, y siguen sin asumir sus responsabilidades económicas y emocionales como padres. Hablo de la mayor parte del planeta, en el que abundan los hogares de mujeres sin pareja criando hijos e hijas, la mayor parte no planificados y no deseados.

Entonces yo os pregunto, compañeros, ¿cuándo vais a empezar a asumir vuestras responsabilidades cómo pareja y como padres?, ¿cuándo vais a unirnos a la lucha por el aborto gratuito, seguro y legal?, ¿a que estáis esperando para protestar por la muerte de las mujeres pobres que abortan clandestinamente?, ¿cuándo os vais a indignar ante la injusticia de que los violadores estén en la calle y las mujeres presas por abortar al hijo del violador?, ¿qué vais a hacer para exigir a los políticos que dejen de legislar sobre nuestros úteros?, ¿Cómo vais a evitar que vuestras compañeras sexuales y sentimentales se embaracen y así no tengan que abortar?, ¿Cómo vais a contribuir a parar tanta violencia machista sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres?

#Hombres #Masculinidades #Paternidad #VasectomíaParaTodos #DerechosSexualesYReproductivos #AbortoLegal #AbortoTerapéutico #PlanificaciónFamiliar #Feminismo


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Si pensamos en el aborto desde el punto de vista de las mujeres, ¿quiénes son los hombres para legislar sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad, nuestra maternidad, nuestros derechos humanos fundamentales?

La maternidad requiere de muchísimas horas de tiempo y toneladas de energía, grandes dosis de generosidad, empatía, altruismo, paciencia, ternura, amor infinito para criar con respeto y con apego. Y si no hay amor, la crianza se convierte en una tortura para millones de mujeres y de bebés. La maternidad es una gran responsabilidad y las mujeres estamos solas en un mundo anti-niños. Sin apoyo económico, sosteniendo el capitalismo con nuestras dobles jornadas laborales, sin apenas ayudas del Estado, y muchas sin redes de crianza.

Hoy en día es imposible ser madre, pero el sistema nos quiere productivas, precarias y pariendo a los trabajadores y trabajadoras del futuro. No nos dejan ser madres cuando parimos, y nos obligan a parir cuando no queremos o no podemos ser madres. No es justo que los políticos se atrevan a discutir sobre si nos merecemos el derecho a elegir nuestra maternidad, su deber es trabajar para que ninguna mujer muera en abortos clandestinos, para que ninguna tenga que salir del país a abortar, para que sólo haya niños y niñas deseadas, parar la pobreza y la violencia patriarcal.

#EducaciónSexual #Anticonceptivos #AbortoLegalParaNoMorir #DerechosDeLasMujeres #FueraSusRosariosDeNuestrosOvarios #DerechosHumanos #FeminismoOBarbarie



3 de agosto de 2018

Violencia romántica: a las feministas también nos pasa

Violencia romántica: no sabemos distinguir entre el amor del bueno, y el romanticismo patriarcal. 

Nos hacen creer que sufrir es inevitable cuando nos enamoramos, que la violencia es producto de la pasión, que los celos y las muestras de posesividad son pruebas de amor, que los malos tratos en los tsunamis emocionales son consustanciales a las relaciones de pareja. 

Nos normalizan y romantizan la violencia para que creamos que es una muestra de cuánto nos ama él, que el amor lo puede todo, que si aguantamos algún día quizás suceda algo mágico que cambie todo y podamos ser felices. 

Nos pasa a muchas, a las feministas también: no identificamos la violencia porque creemos que es amor, y porque asumimos que para amar hay que sufrir. Así que hay que desmontar toda nuestra cultura amorosa para poder liberarnos todas del sufrimiento romántico, y para empezar a disfrutar en relaciones de amor compañero con gente que sepa gozar del amor. 

#AmorDelBueno#AmorCompañero #AmorLibreDeMachismo #AmarNoDuele#ViolenciaRomántica #AmorYFeminismo


#MujeresQueYaNoSufrenPorAmor

2 de agosto de 2018

Mujeres que sobreviven a la violencia machista




El mundo está lleno de mujeres valientes que un día dicen basta y terminan su relación de pareja con un machista. Bien porque están hartas de cargar con todo el peso de los cuidados y las tareas domésticas, bien porque sufren malos tratos, o porque no aguantan más cuernos, porque quieren sentirse libres, porque ya están hartas de su rol de mujer sumisa que aguanta todo lo que le echen.. Les sobran los motivos.

Hay mujeres jóvenes, mujeres mayores, están en todas las clases sociales y en todas las profesiones. A ninguna nos es fácil identificar la violencia que sufrimos en nuestra relación, especialmente si no hay golpes. No es fácil darse cuenta de cuando una está en peligro, nos cuesta pedir ayuda, no queremos hacer sufrir al otro, nos autoengañamos soñando con un milagro que termine con la pesadilla que estamos viviendo. No queremos que nuestra gente sufra por nosotras, creemos que tenemos el control de la situación, y tardamos en darnos cuenta de que no lo tenemos. Creemos que podremos hacer algo pero al final nos damos cuenta de que no depende de nosotras, y de que hay que hacerlo, aunque duela, aunque nos dé miedo.

No es fácil salir de una relación machista o de malos tratos, pero muchas lo consiguen, especialmente las que tienen redes de afecto y ayuda, o recursos institucionales, cuando los hay. No salen en los medios de comunicación, pero son unas heroínas, yo siento que se merecen toda nuestra admiración y nuestro apoyo. Cada cual necesita su tiempo para salir de esas relaciones, cada una tiene una situación económica distinta, unas tienen hijos y otras no, unas aguantan semanas y otras años, cada cual tiene sus circunstancias, unas denuncian y otras no, pero cada vez que una de ellas se libera, nos liberamos un poco todas. Siembran una semilla de libertad en cada una de nosotras, porque nos demuestran que es posible salir de una relación machista, y empezar una nueva etapa en nuestras vidas.

Muchas son capaces de romper con las cadenas del miedo y la dependencia emocional, y empiezan a vivir su vida con ilusión. Hacen amigas, empiezan a salir, a saborear su libertad, retoman sus sueños y sus proyectos, aprenden a quererse y a cuidarse. Algunas son muy felices sin pareja, otras sueñan con encontrar a un hombre compañero con el que construir una relación bonita, sana, igualitaria, y amorosa.

Son las supervivientes del machismo, unas luchadoras que salen de la guerra con heridas, a veces muy rotas por dentro, pero con muchas ganas de vivir. Hoy quería hacerles un homenaje a todas, porque quiero que sepan que no están solas, que su problema no es sólo personal, también es político, y que somos muchas las que estamos luchando para que caiga el patriarcado.

Cada vez somos más las mujeres que nos solidarizamos con la lucha contra el machismo y la violencia, las que pedimos vigilancia para los agresores y los violadores, y protección y medios para estas mujeres que necesitan ayuda para dar el gran paso. Somos cada vez somos más las que ya no queremos sufrir por amor, ni aguantar por amor, ni someternos por amor. Reivindicamos nuestro derecho al placer y a la alegría, a las relaciones basadas en el compañerismo y el amor del bueno, a una vida libre de violencia y malos tratos.

Estamos unidas contra el machismo, por eso cada vez que una se libera de relaciones machistas, hay que celebrarlo: es un triunfo colectivo. Los machistas se quedarán sólos a medida que vayamos siendo más, esto no ha hecho más que empezar.

#SupervivientesDelMachismo #MujeresEmpoderadas #SíSePuede #MachistasSolos #Autocuido #Sororidad #UnidasContraLaViolencia #Feminismo #Amor

1 de agosto de 2018

¿Son violentos los violadores?

Hay que ser muy machista y muy mala persona para no ver violencia en las violaciones. Hasta los violadores saben que están siendo violentos cuando violan a mujeres y niñas que no desean ser violadas. #Violencia #Violación#Violadores #Violadas

30 de julio de 2018

Capitalismo, Comunismo y Patriarcado explicado en un minuto





Capitalismo, Comunismo y Patriarcado explicado en un minuto: en la Universidad y en la escuela me explicaron el capitalismo y el comunismo sin hablarme del patriarcado, por eso no lograba entender bien el funcionamiento del mundo en el que vivo. Cuando sólo ves diferencias de clase no tienes una visión completa de la realidad. 

Me quedé alucinada cuando empecé a leer por mi cuenta y encontré la palabra clave para explicar nuestro sistema económico, y nuestra forma de organizarnos social y políticamente: lla explotación. El capitalismo es la explotación de los pobres por parte de uos pocos ricos, y el patriarcado es la explotación de las mujeres por parte de los hombres.

Me puse a leer sobre economía desde una perspectiva feminista, y me encontré a Silvia Federici explicando que lo que unos llaman amor, en realidad es trabajo gratuito. Descubrí que nuestro sistema económico se sostiene gracias al trabajo que hacen gratis de millones de personas en todo el planeta.

Esos millones de personas somos las mujeres, que dedicamos miles de horas de nuestra vida a organizar, planificar, administrar el hogar, cocinar, limpiar, ordenar, comprar alimentos, procesarlos, lavar, planchar, doblar y colocar ropa, cuidar a las mascotas, dar teta, cambiar pañales, vigilar fiebres, criar y educar a los hijos y las hijas, cuidar a los abuelos y abuelas, a los familiares enfermos o dependientes, a las mascotas, el ganado y el jardín, o el huerto. 

Otro pilar del patriarcado son las mujeres que reciben dinero por ello: son profesiones que se realizan en total precariedad o en condiciones de semi-esclavitud, porque aunque son las tareas más necesarias para el funcionamiento del mundo, son las menos valoradas.

Y por último, el tráfico de esclavas sexuales y reproductivas, uno de los grandes negocios de hombres en el planeta: la prostitución y el alquiler de mujeres para la compraventa de bebés (lo que llaman la gestación por sustitución).

No se puede entender el capitalismo si no se sabe que su base es la explotación femenina, laboral, sexual y reproductiva. Tampoco se puede entender el comunismo si no te explican que la clase obrera está dividida también en dos subclases en las que los hombres son la clase privilegiada y las mujeres la clase dominada. Ellos tienen las tierras, los medios de producción y los medios de comunicación, los recursos naturales, la tecnología, el poder financiero, judicial, legislativo y ejecutivo de las democracias.

Nosotras tenemos doble jornada laboral, fuera y dentro de casa, ellos no. A nosotras nos echan del trabajo por quedarnos embarazadas, a ellos no. Nosotras cobramos menos salario por el mismo trabajo que ellos. Nosotras sufrimos acoso sexual y violaciones en el trabajo o volviendo del trabajo, y ellos no. Nos afecta más el desempleo y la precariedad que a ellos, tenemos techo de cristal y ellos no. No nos sentamos a negociar en los convenios, no lideramos los sindicatos de trabajadores, y todo esto no les importa a los revolucionarios, que repiten una y otra vez que primero lo suyo y luego lo nuestro. Siguen pensando, y luchando, por la igualdad y los derechos humanos de los hombres, pero no los de las mujeres. 

Y no es por ignorancia: no hablar del patriarcado en los análisis de la realidad que se hacen en la prensa, en las asambleas populares, en los congresos académicos, en las aulas universitarias, en los libros de texto, los artículos científicos, las reuniones intelectuales y políticas, etc. es una forma de negar el patriarcado y de contribuir a perpetuarlo.

A muchos intelectuales les sobra patriarcado, pero no hablan de él porque lo personal es político, y les da miedo abrir su corazón y hacer autocrítica. Lo que ellos hacen es hablar de los demás, nunca de si mismos.

La gente que habla, piensa, escribe, y da clases sin tener perspectiva de género no abarca la complejidad de nuestras estructuras, no se miran a si mismos como clase privilegiada, no se deconstruyen ni proponen otras formas de organizarse económicamente que no supongan la explotación del trabajo o el cuerpo de las mujeres. 

Menos mal que existen las compañeras que hacen Economía feminista y nos explican todo lo que los profesores patriarcales y los líderes sindicales, políticos y de movimientos sociales no ven. Nosotras, con nuestras gafas violetas, cada vez lo vemos más claro: la revolución será feminista o no será


Coral Herrera Gómez Blog

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