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3 de agosto de 2018

Violencia romántica: a las feministas también nos pasa

Violencia romántica: no sabemos distinguir entre el amor del bueno, y el romanticismo patriarcal. 

Nos hacen creer que sufrir es inevitable cuando nos enamoramos, que la violencia es producto de la pasión, que los celos y las muestras de posesividad son pruebas de amor, que los malos tratos en los tsunamis emocionales son consustanciales a las relaciones de pareja. 

Nos normalizan y romantizan la violencia para que creamos que es una muestra de cuánto nos ama él, que el amor lo puede todo, que si aguantamos algún día quizás suceda algo mágico que cambie todo y podamos ser felices. 

Nos pasa a muchas, a las feministas también: no identificamos la violencia porque creemos que es amor, y porque asumimos que para amar hay que sufrir. Así que hay que desmontar toda nuestra cultura amorosa para poder liberarnos todas del sufrimiento romántico, y para empezar a disfrutar en relaciones de amor compañero con gente que sepa gozar del amor. 

#AmorDelBueno#AmorCompañero #AmorLibreDeMachismo #AmarNoDuele#ViolenciaRomántica #AmorYFeminismo


#MujeresQueYaNoSufrenPorAmor

2 de agosto de 2018

Mujeres que sobreviven a la violencia machista




El mundo está lleno de mujeres valientes que un día dicen basta y terminan su relación de pareja con un machista. Bien porque están hartas de cargar con todo el peso de los cuidados y las tareas domésticas, bien porque sufren malos tratos, o porque no aguantan más cuernos, porque quieren sentirse libres, porque ya están hartas de su rol de mujer sumisa que aguanta todo lo que le echen.. Les sobran los motivos.

Hay mujeres jóvenes, mujeres mayores, están en todas las clases sociales y en todas las profesiones. A ninguna nos es fácil identificar la violencia que sufrimos en nuestra relación, especialmente si no hay golpes. No es fácil darse cuenta de cuando una está en peligro, nos cuesta pedir ayuda, no queremos hacer sufrir al otro, nos autoengañamos soñando con un milagro que termine con la pesadilla que estamos viviendo. No queremos que nuestra gente sufra por nosotras, creemos que tenemos el control de la situación, y tardamos en darnos cuenta de que no lo tenemos. Creemos que podremos hacer algo pero al final nos damos cuenta de que no depende de nosotras, y de que hay que hacerlo, aunque duela, aunque nos dé miedo.

No es fácil salir de una relación machista o de malos tratos, pero muchas lo consiguen, especialmente las que tienen redes de afecto y ayuda, o recursos institucionales, cuando los hay. No salen en los medios de comunicación, pero son unas heroínas, yo siento que se merecen toda nuestra admiración y nuestro apoyo. Cada cual necesita su tiempo para salir de esas relaciones, cada una tiene una situación económica distinta, unas tienen hijos y otras no, unas aguantan semanas y otras años, cada cual tiene sus circunstancias, unas denuncian y otras no, pero cada vez que una de ellas se libera, nos liberamos un poco todas. Siembran una semilla de libertad en cada una de nosotras, porque nos demuestran que es posible salir de una relación machista, y empezar una nueva etapa en nuestras vidas.

Muchas son capaces de romper con las cadenas del miedo y la dependencia emocional, y empiezan a vivir su vida con ilusión. Hacen amigas, empiezan a salir, a saborear su libertad, retoman sus sueños y sus proyectos, aprenden a quererse y a cuidarse. Algunas son muy felices sin pareja, otras sueñan con encontrar a un hombre compañero con el que construir una relación bonita, sana, igualitaria, y amorosa.

Son las supervivientes del machismo, unas luchadoras que salen de la guerra con heridas, a veces muy rotas por dentro, pero con muchas ganas de vivir. Hoy quería hacerles un homenaje a todas, porque quiero que sepan que no están solas, que su problema no es sólo personal, también es político, y que somos muchas las que estamos luchando para que caiga el patriarcado.

Cada vez somos más las mujeres que nos solidarizamos con la lucha contra el machismo y la violencia, las que pedimos vigilancia para los agresores y los violadores, y protección y medios para estas mujeres que necesitan ayuda para dar el gran paso. Somos cada vez somos más las que ya no queremos sufrir por amor, ni aguantar por amor, ni someternos por amor. Reivindicamos nuestro derecho al placer y a la alegría, a las relaciones basadas en el compañerismo y el amor del bueno, a una vida libre de violencia y malos tratos.

Estamos unidas contra el machismo, por eso cada vez que una se libera de relaciones machistas, hay que celebrarlo: es un triunfo colectivo. Los machistas se quedarán sólos a medida que vayamos siendo más, esto no ha hecho más que empezar.

#SupervivientesDelMachismo #MujeresEmpoderadas #SíSePuede #MachistasSolos #Autocuido #Sororidad #UnidasContraLaViolencia #Feminismo #Amor

1 de agosto de 2018

¿Son violentos los violadores?

Hay que ser muy machista y muy mala persona para no ver violencia en las violaciones. Hasta los violadores saben que están siendo violentos cuando violan a mujeres y niñas que no desean ser violadas. #Violencia #Violación#Violadores #Violadas

30 de julio de 2018

Capitalismo, Comunismo y Patriarcado explicado en un minuto





Capitalismo, Comunismo y Patriarcado explicado en un minuto: en la Universidad y en la escuela me explicaron el capitalismo y el comunismo sin hablarme del patriarcado, por eso no lograba entender bien el funcionamiento del mundo en el que vivo. Cuando sólo ves diferencias de clase no tienes una visión completa de la realidad. 

Me quedé alucinada cuando empecé a leer por mi cuenta y encontré la palabra clave para explicar nuestro sistema económico, y nuestra forma de organizarnos social y políticamente: lla explotación. El capitalismo es la explotación de los pobres por parte de uos pocos ricos, y el patriarcado es la explotación de las mujeres por parte de los hombres.

Me puse a leer sobre economía desde una perspectiva feminista, y me encontré a Silvia Federici explicando que lo que unos llaman amor, en realidad es trabajo gratuito. Descubrí que nuestro sistema económico se sostiene gracias al trabajo que hacen gratis de millones de personas en todo el planeta.

Esos millones de personas somos las mujeres, que dedicamos miles de horas de nuestra vida a organizar, planificar, administrar el hogar, cocinar, limpiar, ordenar, comprar alimentos, procesarlos, lavar, planchar, doblar y colocar ropa, cuidar a las mascotas, dar teta, cambiar pañales, vigilar fiebres, criar y educar a los hijos y las hijas, cuidar a los abuelos y abuelas, a los familiares enfermos o dependientes, a las mascotas, el ganado y el jardín, o el huerto. 

Otro pilar del patriarcado son las mujeres que reciben dinero por ello: son profesiones que se realizan en total precariedad o en condiciones de semi-esclavitud, porque aunque son las tareas más necesarias para el funcionamiento del mundo, son las menos valoradas.

Y por último, el tráfico de esclavas sexuales y reproductivas, uno de los grandes negocios de hombres en el planeta: la prostitución y el alquiler de mujeres para la compraventa de bebés (lo que llaman la gestación por sustitución).

No se puede entender el capitalismo si no se sabe que su base es la explotación femenina, laboral, sexual y reproductiva. Tampoco se puede entender el comunismo si no te explican que la clase obrera está dividida también en dos subclases en las que los hombres son la clase privilegiada y las mujeres la clase dominada. Ellos tienen las tierras, los medios de producción y los medios de comunicación, los recursos naturales, la tecnología, el poder financiero, judicial, legislativo y ejecutivo de las democracias.

Nosotras tenemos doble jornada laboral, fuera y dentro de casa, ellos no. A nosotras nos echan del trabajo por quedarnos embarazadas, a ellos no. Nosotras cobramos menos salario por el mismo trabajo que ellos. Nosotras sufrimos acoso sexual y violaciones en el trabajo o volviendo del trabajo, y ellos no. Nos afecta más el desempleo y la precariedad que a ellos, tenemos techo de cristal y ellos no. No nos sentamos a negociar en los convenios, no lideramos los sindicatos de trabajadores, y todo esto no les importa a los revolucionarios, que repiten una y otra vez que primero lo suyo y luego lo nuestro. Siguen pensando, y luchando, por la igualdad y los derechos humanos de los hombres, pero no los de las mujeres. 

Y no es por ignorancia: no hablar del patriarcado en los análisis de la realidad que se hacen en la prensa, en las asambleas populares, en los congresos académicos, en las aulas universitarias, en los libros de texto, los artículos científicos, las reuniones intelectuales y políticas, etc. es una forma de negar el patriarcado y de contribuir a perpetuarlo.

A muchos intelectuales les sobra patriarcado, pero no hablan de él porque lo personal es político, y les da miedo abrir su corazón y hacer autocrítica. Lo que ellos hacen es hablar de los demás, nunca de si mismos.

La gente que habla, piensa, escribe, y da clases sin tener perspectiva de género no abarca la complejidad de nuestras estructuras, no se miran a si mismos como clase privilegiada, no se deconstruyen ni proponen otras formas de organizarse económicamente que no supongan la explotación del trabajo o el cuerpo de las mujeres. 

Menos mal que existen las compañeras que hacen Economía feminista y nos explican todo lo que los profesores patriarcales y los líderes sindicales, políticos y de movimientos sociales no ven. Nosotras, con nuestras gafas violetas, cada vez lo vemos más claro: la revolución será feminista o no será


29 de julio de 2018

La guerra no es entre nosotras, es contra el patriarcado

No eres especial, ni eres la mejor, ni vales más que las demás mujeres, ni las otras son chicas fáciles. El patriarcado te hace creer que las demás son una amenaza para ti, que todas están deseando cazar a tu novio, por eso tú las desprecias y te dices a ti misma que tú vales más, que eres más hermosa, más sexy, mas guapa, más buena, más inteligente y exitosa, para calmar el miedo a perder tu pareja y para intentar subirte la autoestima. 

Pero para sentirte bien no necesitas machacar a las demás, ni sentirte superior a ellas: necesitas sólo saber si eres correspondida y si el otro tiene el mismo nivel de compromiso que tú. Esta estrategia del patriarcado para que compitamos entre nosotras por la atención de un hombre y para que nos sintamos superiores a las demás está basado en el «divide y vencerás», no colabores con el patriarcado. 

Si tu pareja no quiere seguir la relación, o se va con otra, no le eches la culpa a las demás. Las mujeres no son una amenaza, son tus compañeras. La guerra no es entre nosotras, es contra el patriarcado.
 #Sororidad #AmorRomántico #Autoestima #Mujeres #AmorYFeminismo

28 de julio de 2018

Los feminazis son ellos




Los feminazis son en realidad neonazis, nazis y fachos de toda la vida que odian a las mujeres con todo su ser. Odian en especial a las mujeres que luchan por la igualdad, la libertad y los derechos. Los feminazis son generalmente hombres de ideología machista y fascista que viven obsesionados con las mujeres feministas a las que insultan, acosan y amenazan de muerte. 

Algunos feminazis son femicidas, asesinos machistas de mujeres. Los feminazis son antifeministas y violentos, inventaron el término feminazi para que parezca que las violentas somos nosotras. Sin embargo, el feminismo no ha matado nunca a nadie y el machismo mata todos los días. Empecemos a llamar así a todos los fascistas que nos odian, les queda mucho mejor esta etiqueta que a nosotras las feministas.

#EllosSonLosFeminazis#EllosSonLosFemicidas

22 de junio de 2018

Llenar el mundo de escuelas ecofeministas y diversas




Urge llenar el mundo de escuelas ecofeministas para niños y niñas. Ya que la educación tradicional está tardando tanto en incorporar la perspectiva de género y se resiste a incorporar a las mujeres a los libros de texto, hay que crear espacios alternativos feministas, libres de bulling, de discriminación y de violencia. Espacios educativos en los que enseñen derechos humanos, en los que se enseñe a valorar la diversidad, y a interiorizar la cultura del buen trato, la empatía, la solidaridad, el amor del bueno hacia los y las humanas, los animales y la naturaleza. 

Necesitamos escuelas ecofeministas sin jerarquías, sin competitividad, sin luchas de poder, sin fobias sociales, en las que se trabaje en horizontal y en redes para construir herramientas que permitan a las nuevas generaciones aprender a gestionar y a expresar sus emociones sin hacer daño a nadie, y a resolver conflictos sin violencia. Las niñas y los niños tienen derecho a saber sobre todas esas mujeres importantes que aportaron a la Historia de la Humanidad y que fueron invisibilizadas, y tienen que saber que muchas de ellas eran lesbianas y bisexuales, y que muchos de los hombres importantes eran gays o bisexuales.

Es urgente incorporar la educación emocional y los valores ecologistas, pacifistas, antirracistas y feministas a la educación que reciben nuestras hijas e hijos, porque en las escuelas tradicionales les enseñan a ser machistas. El bombardeo mediático es demasiado fuerte, no podemos dejarlos indefensos ante tanto odio y tantos prejuicios: necesitan herramientas para analizar con perspectiva crítica lo que les están contando, cómo se lo están contando, y lo que no les están contando. 

Vivimos en un mundo racista, machista, clasista, xenófobo, homófobo, lesbofobo, y la única manera de construir un mundo mejor es revolucionar la educación, la cultura y la comunicación. Necesitamos transversalizar el ecofeminismo en la educación tradicional, y también crear espacios de educación feminista, diversa y amorosa: llenemos el mundo de escuelas feministas.


11 de junio de 2018

El Laboratorio cumple 3 años



El Laboratorio del Amor cumple tres años este mes, para celebrarlo me he grabado un vídeo en el que os cuento qué es y cómo trabajamos lo romántico en buenas compañías.

Empezamos nuevo curso el 21 de Junio, aquí tenéis toda la información y el botón para inscribiros:

8 de junio de 2018

Aprender feminismo: ¿dónde encuentro mis gafas violetas?

Mar Ordonez El arte de mi madre 


Las gafas violetas del feminismo no las puedes comprar en ninguna tienda, ni te las pueden regalar: tienes que fabricarlas tú, a solas y en compañía de otros mujeres y hombres. De momento, no las vas a conseguir en la escuela: las mujeres hemos sido borradas de los libros de texto. Tampoco lo vas a aprender en la televisión ni en los grandes medios, que invisibilizan a las mujeres, que las victimizan o las objetivizan, que refuerzan todo el tiempo estereotipos, mitos, roles y prejuicios sexistas en sus contenidos. La información y el entretenimiento siguen reproduciendo y transmitiendo el patriarcado como hace siglos: aún no han logrado fabricar sus propias gafas violetas con las que poder abarcar la realidad en toda su diversidad y complejidad.

Sin embargo, hay muchos sitios en los que puedes aprender y practicar feminismo, mucha información circulando por Internet, muchos espacios en los que se ha colado el feminismo. 

El feminismo está fundamentalmente en las calles: hay miles de colectivos de mujeres en todas las ciudades, en todos los barrios, en muchos pueblos, en todos los países del mundo. La mayor parte de los colectivos feministas se dedican a la lucha social y política, pero también trabajan en el ámbito cultural y artístico. Muchas dedican mucho tiempo a la sensibilización y a la formación: imparten o reciben talleres, organizan jornadas, conferencias y conversatorios. Se solidarizan con las causas sociales, hacen campañas, salen a las calles a protestar, se organizan para ayudar a las compañeras que lo necesitan.

También hay colectivos y movimientos sociales que están incorporando la perspectiva de género en sus luchas. Cada vez hay más manifestaciones feministas y más asambleas que trabajan para coordinar la lucha social y política por un mundo igualitario y pacífico.

Aún son minoría, pero cada vez hay más colectivos que trabajan en el ámbito de las masculinidades: hombres igualitarios, feministas o aliados del feminismo que también están trabajando en lo personal y en lo político. Ellos también publican sus libros, tienen sus blogs, revistas, webs y foros, organizan talleres: se trabajan sus patriarcados y son cada vez más.

También hay feminismo en los sindicatos y los partidos políticos, y en las instituciones: ministerios de Igualdad, Institutos de la Mujer, Casas de las Mujeres, Escuelas de Igualdad promovidas por ayuntamientos, diputaciones y universidades. A nivel internacional, todas las agencias de la ONU tienen su sección feminista y están incorporando la perspectiva de género, tenenemos ONU Mujeres y existen multitud de ONGs que trabajan para defender los derechos de las niñas y las mujeres en todo el mundo, que elaboran materiales educativos y de divulgación, además de libros y folletos con datos y estadísticas que nos ayudan a entender el mundo en el que vivimos.

Hay cada vez más feminismo en el mundo académico: también los organismos universitarios feministas imparten másteres de género, organizan congresos y jornadas, ofrecen cursos y talleres, on line y presenciales. En sus bibliotecas hay una sección dedicada al feminismo. Aunque en algunas se encuentre en lo más profundo del sótano de la Biblioteca, hay muchos libros con los que puedes disfrutar. Algunas tienen cursos on line gratuitos para formarse en temas específicos del feminismo en todas las disciplinas de las ciencias sociales: comunicación, antropología, psicología, sociología, economía, literatura, Arte, Historia, filología, etc.

Hay mucho, muchísimo feminismo en las redes sociales: cada vez circulan más vídeos, memes, infografías, documentos, artículos, documentales, en Internet. Cada vez hay más grupos de Whatsapp y de Facebook, alianzas feministas en Twitter e Instagram, redes de grupos feministas de todos los países y redes también internacionales. Hay multitud de revistas feministas digitales, blogs personales, webs, foros feministas, y puedes encontrar en todos lados recopilaciones sobre las activistas y las autoras feministas más importantes. Hay muchas periodistas feministas, filósofas, sociólogas, psicólogas, comunicadoras, bloggeras a las que puedes seguir, y grupos de otros países que están las redes y comparten sus luchas a nivel internacional.

También puedes juntarte con tus amigas una vez por semana para hablar de un tema que os interese a todas. Podéis juntaros para compartir lecturas o materiales que os ayuden a reflexionar y a debatir. El feminismo está en construcción permanente: puedes hacerlo con tus compañeras compartiendo recursos, pensando, leyendo, descubriendo, cuestionando todo, haciéndote preguntas, participando con tu gente o gente desconocida en todos los temas que abarca el feminismo.

El feminismo no es una religión, está en permanente construcción, y puedes cuestionar todo desde la autocrítica amorosa. Dentro del feminismo hay mucho que trabajar, como sacar a la luz los temas que no nos atrevemos a hablar, probar nuevas formas de relacionarnos que no estén basadas en jerarquías y luchas de poder.  Queda mucho por hacer, y el reto es apasionante: cada vez más gente se está acercando al feminismo para unirse a la revolución amorosa en la que estamos trabajando en todos los países del mundo.

Los feminismos son muy diversos. Cada grupo feminista se centra en un área de trabajo: leyes, política, economía, derechos sexuales y reproductivos, educación, derechos humanos, salud, trata, tema medioambiental, religiones, ciencia, deportes, tema LGBTQI,  masculinidades, violencia machista... Hay muchas corrientes, muchas organizaciones, muchas teorías, diferentes posiciones sobre algunos temas, y mucho debate. Hay cuestiones en las que no logramos ponernos de acuerdo, hay otras en las que todas somos capaces de dejar a un lado las diferencias para salir masivamente a las calles. Hay compañeras que te fascinarán y otras que te caerán muy mal: tú eliges con quién quieres trabajar y aprender y con quien no, tú eliges tu grado de implicación y tu forma de aplicar tu feminismo a tu vida diaria y a tus relaciones.

Fabricar tus gafas violetas es más divertido y placentero cuando nos juntamos con otras mujeres. El feminismo es un espacio para celebrar, para aprender, para empoderarnos, para colaborar, para sacar adelante proyectos, para luchar, para cuidarnos, para aprender a querernos, para apoyarnos, para escucharnos unas a otras y para acompañarnos. 





Una vez que te pones las gafas moradas, resulta complicado deshacerte de ellas: todo lo que antes te parecía "natural" y "normal" ahora te parece patriarcal. Tu capacidad de análisis se expande, y aprendes rápido a entender la jerarquía en la que nos organizamos, y tu lugar en ella. Puedes ver los privilegios que tienes, las opresiones que sufres y que ejerces, la manera en la que reproduces el patriarcado en tus relaciones afectivas y sexuales y en tus forma de estar en el mundo. Puedes empezar a liberarte en tu día a día, desde el minuto cero, en todas tus relaciones. Adquieres herramientas para trabajarte lo romántico en pareja o a solas, para defender tus derechos y los de los demás, para indignarte con las injusticias. Te vuelves más sensible, pero también más solidaria, y en cierto modo, más sabia, porque con las gafas no dejas nunca de aprender y de comprender cómo funciona el patriarcado, y se te disparan las ganas de revolucionarlo todo y ponernos a inventar formas de organizarnos y relacionarnos nuevas.

Es entonces cuando comienza también experimentas tu propia revolución personal. Con las gafas violetas adquieres superpoderes para cambiar tu vida y para constribuir a la transformación, colectiva. Tus cambios personales también son políticos: cuando una se libera, nos liberamos todas: es maravilloso sentir que no estamos solas, que somos muchas, que la lucha está dando sus frutos, que lo vamos a lograr: el patriarcado se va a acabar. 


Coral Herrera Gómez




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    4 de mayo de 2018

    Tus problemas personales, son también politicos




    Lo que te pasa a ti, nos pasa a todas,
     
    tus problemas no son solo personales, también son políticos:

    - La infidelidad de tu marido no es un problema tuyo, es un problema colectivo: la monogamia es solo para nosotras y muchos hombres gozan del privilegio masculino a llevar una doble vida. No son casos aislados, se llama patriarcado.
    - Si no encuentras pareja, no hay nada malo en ti: es que resulta bien complicado encontrar a un hombre que no necesite criada y cuidadora gratis y a tiempo completo.
    - Si vives permanentemente cansada es porque las mujeres tenemos doble jornada laboral en todo el planeta, y es mentira que podamos con todo.
    - Si sufriste abuso sexual en el colegio de curas o en la parroquia, tú no eres la culpable, es que la Iglesia católica está llena de criminales que actúan con total impunidad desde hace siglos.
    -Si te quedaste embarazada porque tu novio no quería ponerse condón, que sepas que son millones de hombres los que no quieren usarlo, y tampoco quieren ser padres. No les importa tu vida ni tu salud. No son casos aislados: se llama patriarcado.
    - Si te duele algo y el médico te receta ansiolíticos sin pedirte pruebas, no es porque no le has insistido lo suficiente: le pasa a millones de mujeres, porque los señores doctores creen que somos unas exageradas y unas histéricas.
    - Si sufres acoso callejero, no es culpa tuya porque da igual como vayas vestida: todos los días miles de mujeres lo sufren también, incluso aunque vistan con burka.
    - Si no tienes un salario decente y una estabilidad laboral, no es que no valgas lo suficiente, es que en todo el planeta las mujeres cobramos menos y tenemos peores condiciones laborales.
    - Si no encuentras trabajo, no es porque no te estás esforzando lo suficiente, es porque no hay empleo para todo el mundo y nuestro sistema económico no funciona adecuadamente. No eres una excepción: se llama capitalismo.
    -Si no cumples con el canon de belleza, no es porque no te estás esforzando lo suficiente, es porque el modelo de belleza que nos imponen a las mujeres es completamente irreal. 
    -Si vives angustiada porque no llegas a fin de mes, no es que tú hayas fracasado o no te organizas bien, es el capitalismo que necesita mano de obra barata y desesperada. 
    - Si sufriste violencia en tu parto, no tuviste mala suerte: es que hasta ahora no se ha querido formar al personal sanitario para que practique partos y cesáreas respetuosas, y en la mayoría de los hospitales no se aplican los protocolos para proteger a las mujeres y a sus bebés de la violencia obstétrica.
    - Si tu hijo sufre bullying y tú te sientes culpable por no poder defenderlo, no eres la única que sufre este problema: la violencia escolar va en aumento y el gobierno no está haciendo nada para proteger a las víctimas y educar al alumnado en la cultura de la no violencia. 
    -Si sientes que has tenido muy mala suerte con el machista de tu marido, ten en cuenta que la mayoría son machistas y que son muy pocos los hombres que se están trabajando sus patriarcados y renunciando a sus privilegios para construir relaciones igualitarias. 

    La mayor parte de nuestros problemas son políticos, y por eso no necesitamos soluciones individuales, sino colectivas: 

    La filosofía del «sálvese quién pueda» del capitalismo salvaje nos está haciendo mucho daño: si tu salario es bajo, emprende o búscate otro trabajo, si no llegas a fin de mes, juega lotería; si no encuentras pareja, opérate las tetas o apuntaté al Tinder, si sufres por amor, búscate un psicólogo; si estás triste o tienes ansiedad, tómate unas pastillas; si te quedas embarazada, búscate la vida; si sufres malos tratos, divorciaté y sal de tu casa; si te acosan en la calle, vístete de otra forma; si tu jefe no te paga, búscate la vida; si el dinero no te alcanza para divorciarte, aguantaté un poquito; si te da miedo salir en tu ciudad, no salgas; si pisotean tus derechos, emigra a otro país; si te condenan por expresarte libremente, te comes tú sola la cárcel; si tienes depresión, intenta ser positiva; si tu hija sufre acoso escolar, cambialá de colegio; si te mata tu ex novio, haber elegido mejor antes de emparejarte.

    Sin embargo, estos problemas que crees que son personales, resulta que son sociales y políticos. 

    No es que seas una fracasada, es que el sistema en el que vives es un fracaso porque no puede crear empleo para todo el mundo, porque necesita de unos pocos acumulando dinero y poder, y de una gran masa sometida al sistema a través del consumo y las deudas. 

    Sí, tenemos que pagar facturas, pero los salarios no dan: estamos en un sistema excluyente en el que millones de personas pasan hambre, huyen de las guerras, sufren la pobreza, la violencia machista, la discriminación por su color de piel, su identidad de género, su edad, orientación sexual, clase social.

    Vivimos en un sistema explotador e inhumano, individualista y depredador, así que es normal que no nos vaya bien, o que solo les vaya bien a unos pocos. 

    Compartimos los mismos problemas y los mismos miedos. 

    Son asuntos sociales: el machismo, los salarios, los derechos laborales, los malos tratos, la doble jornada laboral, los derechos humanos, la violencia, la crianza y la maternidad, la soledad y el individualismo, la precariedad y la pobreza, la salud, el bienestar, las emociones, las relaciones, la tristeza y la alegría, el sexo y el amor romántico, todos son a la vez asuntos personales, y temas políticos.

    Dado que la fórmula "sálvese quién pueda" no funciona, habrá que buscar soluciones colectivas a problemas que son colectivos.

     Ya hemos comprobado que solos y solas no podemos, y que o nos salvamos todas, o no nos salvamos ninguna. Vamos a juntarnos para cambiar este sistema tan cruel e injusto en el que vivimos. 

    Vayamos juntas haciendo camino.

     #UtopíasParaTodas #LoRománticoEsPolítico #LoPersonalEsPolítico

    Coral Herrera Gómez



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    29 de abril de 2018

    No es amor, es violencia machista






    Enamorarla sin enamorarte, 
    fingir que te derrites para que se derrita en tus brazos
    inflar su ego para que se sienta única y especial,
    bajarle del cielo a los infiernos cuando a ti te apetezca, 
    destrozar su autoestima para tenerla bajo tu poder,
    tenerla a tus pies para hacer con ella lo que quieras, cuando quieras, 

    no es amor, es violencia machista. 

    Alternar una de cal y una de arena, 
    la ternura con la indiferencia,  
    los besos con las burlas, 
    los mimos con el desprecio, 
    los poemas con las palabras hirientes,
    los piropos con las puñaladas en el alma,
      
    no es amor, es machismo, es violencia. 

    Responsabilizar a tu pareja de tu bienestar y tu felicidad, 
    imponer tu modelo de pareja,
    imponer tu criterio, tus decisiones y tus deseos, 
    tomar decisiones que le afectan a ella sin contar con ella,
    no escuchar a tu pareja, 
    machacarla con tus complejos de inferioridad y superioridad, 

    es violencia machista. 

    Beneficiarte de su sufrimiento y de su miedo al abandono
    desconfiar de ella todo el tiempo, 
    montar broncas por nada, 
    hacerle sentir culpable por todo,
    hacerte la víctima y chantajear emocionalmente a tu pareja,
    no es amor, es maltrato psicológico y emocional, 

    es violencia machista. 

    Hacer llorar a tu pareja, 
    crear dramas para hundir su estado de ánimo,
    aprovecharte de su necesidad de ser amada y de su dependencia emocional 
    aprovecharte de sus necesidades económicas 
    para tener el poder en tus manos

    no es amor, es maltrato machista. 

    Ridiculizar en público a tu pareja, 
    Hablar mal de ella delante de los demás, 
    Utilizar un tono de desprecio para hablar con ella,
    Llamarle loca cuando protesta, 
    enfadarte con ella para que sufra,
    desaparecer unos días para castigarle,

    no es amor, es violencia. 

    Amenazar, insultar y humillar a tu pareja cuando estás enfadado,
    cuando sientes miedo, 
    cuando te sientes impotente, dolido, o frustrado,
    cuando recibes malas noticias,
    cuando estás borracho o drogado,

    no es amor, 
    es maltrato, 
    y es violencia machista. 

    Exigirle obediencia, 
    relacionarte en una estructura de dominación y sumisión,
    controlar y limitar sus redes sociales y afectivas, 
    obligarle a ser monógama mientras tú no lo eres,
    obligarle a tener relaciones sexuales cuando no le apetece, 

    no es amor, es machismo, es violencia. 

    Encerrar a tu pareja en la jaula del amor no es amor, 
    es machismo, y es violencia. 

    Vigilar y controlar a tu pareja,
    limitar su libertad, 
    disponer y organizar su tiempo libre,
    querer ser el centro de su vida, 
    aislarla de los demás,
    violar su intimidad y su privacidad,
    no es amor, 

    es maltrato y violencia machista. 

    Beneficiarte económicamente de tu pareja sin aportar nada, 
    arruinar sus momentos felices montando alguna escena,
    ocultar información y mentir constantemente a tu pareja,
    intentar despertar sus celos para que sufra por ti,
    disfrutar con su sufrimiento,
    utilizarla y manipularla para sentirte poderoso, 
    darle y quitarle tu amor cuando te convenga, 
    aparecer y desaparecer por arte de magia,

    No


    es

    amor, 

    ES

    VIOLENCIA 

    MACHISTA


    Coral Herrera Gómez



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