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16 de enero de 2025

Las niñas no nacen siendo narcisistas


Las niñas no nacen siendo narcisistas, superficiales, egocéntricas, ni estúpidas. Ninguna de nosotras tenemos un gen que nos condene a vivir obsesionadas con la belleza y el dinero. Ninguna niña nace para ser sirvienta doméstica o sirvienta sexual de uno o varios hombres, todo eso lo aprenden con pantallas, viendo televisión y navegando en redes sociales. 

En las redes sociales las niñas aprenden desde muy pequeñas a exhibirse para gustar a los hombres adultos. Aprenden a bailar sexy, a maquillarse y a peinarse, a hacerse las uñas, a estar a la moda, y a despreciar a las niñas que no se someten a la tiranía de la belleza ni a los mandatos de género. 

Siguen a influencers a las que admiran por su belleza y por su capacidad para hacer dinero, y la gran mayoría son mujeres muy conservadoras y reaccionarias disfrazadas de modernas. Unas te invitan a convertirte en chica mala y sexy, disponible para todos los hombres, y otras te invitan a convertirte en una chica buena, obediente y sumisa, la esposa perfecta que vive por y para el marido (hasta que él la abandona por otra más joven)

Hay un enorme boom de novelas románticas creadas para que las niñas se hagan masoquistas y disfruten sufriendo la violencia de sus amados. Y estas novelas tiene mucho más alcance e impacto que cualquier campaña institucional contra la violencia machista.

Gracias a estas influencers muchas chicas viven en guerra contra sus cuerpos y contra las demás mujeres, gastan toneladas de dinero en moda y belleza, desarrollan trastornos alimentarios varios, se hipersexualizan y viven de rodillas frente a un novio machista. 

Las chicas que se obsesionan con complacer a los hombres son más vulnerables a sufrir violencia, y conozco a muchas madres desesperadas tratando de salvar a sus hijas de jóvenes violadores y femicidas. Es muy difícil que abran los ojos después de pasar tantos años de su vida consumiendo patriarcado. 

Cuantas más horas pasan frente a la pantalla, más se obsesionan con su aspecto físico y con las historias románticas. Las niñas consumen ideología a través del entretenimiento, una ideología basada en los valores del capitalismo y del patriarcado: individualismo, consumismo, egoismo, competición, dominación y sumisión, acumulación y acaparamiento, jerarquías, destrucción y violencia. 

Apenas hay influencers que les hablen de justicia social, derechos humanos, igualdad, solidaridad, ternura, cuidados, y amor.  Muy pocas hablan de utopías y de la posibilidad de construir un mundo mejor. Apenas hay mujeres hablando del Bien Común, desde la ideología del pacifismo, el ecologismo y el feminismo, y las que más seguidoras tienen son mujeres patriarcales de derecha y extrema derecha que no hablan de política, pero que transmiten su ideología sin complejos.

La mayoría de las madres y los padres se encogen de hombros y te dicen que no pueden hacer nada, pero lo cierto es que sí podemos sentarnos a ver con ellas esos contenidos, a cuestionar los mensajes que les envían, y a explicar los valores y principios que subyacen a esas producciones audiovisuales. 

También tenemos el límite del tiempo: no es lo mismo asomarse a la pantalla tres o cuatro horas el fin de semana que pasar cuatro horas al día. 

Algo que puede ser un auténtico salvavidas para muchas niñas: libros donde puedan asomarse a las historias de las mujeres importantes de nuestra cultura. 

Y hablar mucho, mucho, sobre el capitalismo y el patriarcado, sobre el amor y la belleza, sobre las relaciones humanas y sobre lo que de verdad importa.

Coral Herrera Gómez


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