El único cambio posible en tu vida es el que haces tú misma. No viene de fuera, no surge por arte de magia: es fruto de las decisiones que tomas, y de tu capacidad para ser honesta, para ser responsable y para comprometerte contigo misma.
Vivimos en una sociedad dominada por el pensamiento mágico, que nos hace creer que hay seres sobrenaturales que viven en otras dimensiones y nos ayudan. A esos seres les rezamos, les pedimos que sean buenos, que nos salven de situaciones difíciles y nos solucionen los problemas.
También hay personas de carne y hueso que nos hacen creer que nos pueden cambiar la vida usando la magia, y que nosotras lo único que tenemos que hacer es tener fe, y hacer rituales hermosos para propiciar los cambios que necesitamos.
Sin embargo, no es una cuestión de suerte ni de magia: los únicos cambios posibles son los que hacemos nosotras mismas tomando decisiones.
La receta que funciona es:
HONESTIDAD
RESPONSABILIDAD
COMPROMISO
Solo cuando estamos realmente comprometidas con nuestro bienestar y nuestro Autocuidado es cuando podemos generar cambios en nosotras mismas, y esos cambios propician que también los demás cambien a nuestro alrededor.
Los cambios individuales generan cambios sociales, por ejemplo cuando luchamos por aumentar los salarios de toda la población. Saliendo a la calle a protestar es cuando podemos mejorar las vidas de todos y todas.
La gente va buscando salvaciones individuales, pero en realidad lo que necesitamos es la salvación colectiva.
Y aquí radica la verdadera magia, cuando en vez de sentarnos a esperar, nos juntamos y nos organizamos, y nos ponemos a trabajar para que nos vaya mejor a todas.
Todos los cambios precisan de voluntad, esfuerzo y disciplina: no podemos quedarnos sentadas esperando milagros. Hay que ponerle energía y ser valiente: tomar decisiones es el inicio de todas las transformaciones, tanto individuales como colectivas.
Coral Herrera Gómez