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10 de febrero de 2024

Marca España: mujeres a granel


Para entender la polémica que hay en España con la canción elegida para el festival de Eurovisión es fundamental analizar el contexto. 

España es un país pobre invadido por millones de nórdicos que vienen buscando sol, fiesta, playa, monumentos, pueblos pintorescos, arte, cultura, buena comida y mujeres bellas. 

Para ellos España es un país baratísimo. 

Gran parte de la economía de España se sustenta sobre el turismo, pero además somos el burdel de Europa del norte. 

España es un paraíso para los violadores y los puteros que vienen aquí a buscar birra y mujeres baratas, somos el tercer país del turismo sexual. 

Así que para atraer a estos señores han elegido una canción titulada "Zorras" con una puesta en escena de burdel y de estética porno. 

Lo que se pretende es que en Europa nos vean a las españolas como “mujeres de vida alegre”, divertidas, liberadas, pasionales, accesibles y disponibles, simpáticas y complacientes, tanto con los hombres de aquí como con los extranjeros. 

Ellos pueden interaccionar con nosotras en bares y discotecas, gratis. Pero también pueden hacerlo pagando, porque es más rápido y más cómodo. 

En España hay unas cien mil esclavas sexuales en los campos de concentración que hay en las carreteras de todo el país, y la canción es una buena manera de publicitar la mercancía: las hay niñas y las hay mayores, las tenemos de todos los países del mundo, y de todos los sabores y colores.

Como las feministas protestamos, las autoridades españolas justifican el enorme gasto con la idea de que es una canción que no solo sirve para potenciar la marca España y atraer al turismo, sino también para promover el "empoderamiento de las mujeres" 

Con esta canción dicen que quieren defender la "libertad sexual" de las mujeres españolas, para que se acuesten con todos los turistas que les plazca. 

No nos escuchan cuando defendemos nuestros derechos, porque no les interesa. Cuando hablan de "libertad" se refieren a la libertad para ofrecer nuestros cuerpos al capital y al patriarcado. No hay nada más empoderante para una mujer, nos dicen, que conquistar la libertad para alquilarnos y vendernos. 

La estrategia para que el patriarcado parezca feminismo es venderlo todo como algo moderno y transgresor, divertido y entretenido. 

Por eso no se escriben canciones sobre cómo se empoderan las supervivientes de la trata, las mujeres que logran huir de la violencia machista, las mujeres que escapan de la explotación y la pobreza, las mujeres que conquistan su autonomía económica y emocional. 

Se hacen canciones para que dejemos de ser unas puritanas y pasemos a ser mujeres modernas, unas "europeas de verdad". Llevamos mucho tiempo con ese complejo: en el norte nos ven como un país atrasado, pero les encanta venir a que les sirvamos copas, les cocinemos paella, les hagamos masajes, y les hagamos la cama.  

La canción que han elegido los representantes de nuestra cultura es una forma de publicidad de la marca España dirigida a puteros de todo el mundo, una buena estrategia para potenciar la economía (no la de España, sino la de los dueños de los burdeles)

Además del análisis del contexto político y económico de España, también hay que analizar la cultura española para entender por qué estamos protestando las feministas. 

"Zorra" es la palabra que más oyen las mujeres en España durante meses y años en boca de sus maridos y ex maridos: puta, zorra, guarra, loca. 

Para muchas mujeres el insulto va siempre acompañado de una amenaza: te voy a matar, zorra. 

Para otras, es la última palabra que escuchan antes de ser asesinadas. 

Según el Presidente del Gobierno y la Ministra de Igualdad, esta canción se pensó como un himno feminista. 

Yo cuando la escucho no puedo evitar acordarme de todas las víctimas acoso, malos tratos, violaciones y femicidios que la escuchan a diario. 

Y entonces te dicen, qué poco sentido del humor, qué exagerada eres, no es tan terrible que te llamen zorra, deberías sentirte orgullosa cuando te lo llaman, hay muchas mujeres a las que les encanta. 

Seguro que te estás preguntando, ¿y cómo se trata en España a las putas y a las zorras?

En España se denuncia una violación cada dos horas, pero el 90% de las violaciones no se denuncian. 

En España más de 75 mil mujeres están bajo el control de Viogen, el sistema de protección para víctimas de violencia machista, y para sus hijos e hijas. 

Los niños ven porno desde los ocho años y cada vez más chavales cometen violaciones en grupo, y las graban. No lo hacen por un tema de placer sexual, es un método de tortura contra niñas y adolescentes. 

Dice el gobierno que está muy preocupado por el brutal aumento de la violencia sexual en España, pero mientras, financia productos para atraer puteros nacionales e internacionales. 

Gran parte de los espectadores de Eurovisión son niños y niñas, y los organizadores lo saben. Y saben que la mejor forma de adoctrinar a las masas infantiles es disfrazar la ideología patriarcal de diversión y entretenimiento. 

Saben que las canciones de Eurovisión se cantan en todos los colegios, y que la música es un mecanismo para transmitir principios, valores, creencias, ideología por un tubo. 

Esta canción servirá para que las niñas se acostumbren, lo canten, lo bailen, y no se lo tomen como un insulto, sino como un piropo. Así van ensayando para cuando rebajen por fin la edad del consentimiento en España. 

A las españolas nos quieren de rodillas o a cuatro patas, agarradas al micrófono y sonrientes.

En casa, en el burdel, en la iglesia, en el escenario, pero siempre de rodillas o a cuatro patas. 


¿Y como nos seducen para que nos creamos que servir a los hombres es una forma de liberarse?

Empoderamiento y consentimiento son los conceptos clave para el sostenimiento del patriarcado: en estas semanas nos han estado hablando de "violencia consentida" y de "violencia pactada" con tu agresor, para que lo vayamos normalizando. 

Cuando las feministas protestamos y afirmamos que la violencia consentida es violencia, y que no nacimos para servir a los hombres, nos llaman puritanas, estrechas, y mojigatas. 

La canción está pensanda para que dejemos de ser tan rancias y empezemos por fin a sentirnos libres para hipersexualizarnos, cosificarnos, y ofrecernos a los hombres que nos tratan como objetos de usar y tirar. 

La estrategia es que ellos están redefiniendo, resiginificando y apropiandose del concepto" mujer" y del concepto "feminismo", mientras nos piden a nosotras que resignifiquemos la violencia machista, y nos la apropiemos, y la cantemos, y la bailemos. 

A mí me da vergüenza esta marca España, y también me avergüenza profundamente que mi país no se niegue a compartir escenario con Israel. Israel no debería estar en ninguna competición deportiva o artística: están exterminando a una población entera.

Me da rabia que tengamos que financiar la banalizacion y erotización de la violencia machista con nuestro dinero. 

Me da rabia que se haga todo esto solo para crear polémica y que unos pocos se forren con ella. Porque ante todo Eurovisión es un escaparate, una valla publicitaria, y un tremendo negocio en el que se mueve mucho dinero. 

Nunca he visto Eurovisión, pero este año me uno al llamamiento para que nadie encienda la tele: se merecen que les hagamos un boicot masivo.  

Coral Herrera Gómez 

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