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12 de octubre de 2020

¿Quién se beneficia del sufrimiento romántico de las mujeres?

 



Son muchas las personas que se benefician de la dependencia emocional de las mujeres, de nuestra baja autoestima y nuestra necesidad de ser amadas. Lo romántico es político, y también es económico, aquí un listado de la gente que se aprovecha de las mujeres que sufren por amor:

• Los hombres en general: casi todos los hombres del planeta tienen a su disposición a miles, millones de mujeres que buscan al amor de su vida. Son millones las mujeres dispuestas a sufrir, a aguantar, a sacrificarse, a servir y a cuidar; cuando una se harta, pegas una patada y salen cien más disponibles para ti. Hasta el hombre más pobre del planeta tiene una mujer que trabaje gratis para él. 

• Las clínicas de estética y belleza; los fabricantes de cosméticos, ropa, calzado, complementos; las peluquerías; la industria de la moda y la publicidad: los hombres que invierten en estas empresas ganan mucho dinero con las mujeres obsesionadas por gustar, estar a la moda y encontrar pareja.

• Los hombres que producen cultura: las novelas y películas de historias de amor con final feliz, las canciones románticas, las series románticas en internet, los cuentos infantiles de princesas, las revistas del corazón… Es una industria muy poderosa que fabrica sueños románticos y gana millones de euros cada año vendiendo un paraíso romántico que no existe, pero que sirve para entretener y controlar a las mujeres necesitadas de amor.

• Los hombres que invierten en la industria de las bodas y el hogar de la familia feliz: salones de banquetes nupciales, discotecas, tiendas de vestidos de novia, joyerías, floristerías, iglesias, agencias de viaje para la luna de miel, la industria de la construcción y la inmobiliaria, las clínicas de reproducción asistida, clínicas de compraventa de bebés, tiendas de ropa y accesorios infantiles… Son muchos los negocios que se enriquecen con la obsesión de las mujeres que quieren casarse y fundar un nido de lujo para reproducirse y aumentar la familia.

• Los hombres que invierten en aplicaciones para ligar y para encontrar al amor de tu vida, y en libros de autoayuda para calmar el dolor y la frustración.

• Las clínicas de terapia para pareja, los gabinetes de abogados especializados en divorcios… El final del paraíso romántico también da mucho dinero.

• Los falsos gurús, chamanes, videntes, tarotistas, magos, coachers y demás pseudoterapeutas que se aprovechan de las mujeres que sufren por amor para sacarles el dinero y mantenerlas sufriendo.

• Los hombres que trafican con esclavas sexuales enamoran a las adolescentes y a las mujeres más necesitadas de amor. Les montan una luna de miel por internet, luego las hacen sufrir un poco, y en unas semanas las tienen dispuestas a ir a encontrarse con su amado, momento en el que las secuestran y las sacan del país para las redes de trata.

 • También se benefician los hombres que trafican con droga y utilizan el mismo método para que sus enamoradas transporten kilos de cocaína; como suelen acabar en la cárcel cuando son descubiertas, siempre tienen a mano piezas de recambio, mujeres dispuestas a todo con tal de que las quieran.

 • Los hombres con problemas también se benefician de las mujeres que sufren por amor. Son hombres endeudados hasta las cejas, hombres con problemas de adicción, con depresiones y problemas mentales que necesitan una salvadora, una guía, una maestra, una psicóloga, una cuidadora dispuesta a darlo todo a cambio de unas migajas de amor.

• Los hombres que ejercen liderazgo en parroquias y comunidades religiosas aprovechan su poder para convencer a las mujeres de que deben resignarse, tener paciencia, cuidar a sus maridos, serles fieles, y de paso les sacan el dinero, por muy pobres que sean.

•Los hombres que no trabajan y viven de ser mantenidos por mujeres que los aman y dependen emocionalmente de ellos: los hay de todo tipo, pero viven todos como reyes.

 

 Coral Herrera Gómez


Del libro "Dueña de mi amor: mujeres contra la gran estafa romántica", editorial Los Libros de Catarata, Madrid, 2020. Está en un ebook y en papel, en librerías y en Internet.