¿Y si probamos a eliminar el tono de desprecio cuando opinamos en los hilos para hablar con la gente que no piensa como nosotras? Se me ocurre de pronto que si utilizásemos un tono más tranquilo a la hora de opinar y de aportar en una buena conversa, seguro que la conversa no se convertiría en una guerra. También habría que abstenerse de insultar, de hacer suposiciones y acusaciones si no conoces bien a la persona, de ofenderse por todo, de descalificar automáticamente a las que opinan lo contrario a nosotras, de explicarle a la otra persona cosas en tono de superioridad y condescendencia. No es fácil, pero hay que intentar no meternos personalmente con alguien y no desviar el foco de la conversación hacia la pelea.
Y por último, podríamos también intentar no etiquetar ni situar a la gente en el bando de las enemigas o las amigas, creo que también ayudaría mucho a que recuperáramos el placer de conversar, de aprender juntas, de construir conocimiento colectivo en las redes sociales. Tenemos unas herramientas muy potentes para debatir, para organizarnos, para denunciar, para visibilizar, para llegar a acuerdos, aprovechemosla.
Cuidemos las formas a la hora de hablarnos y de pensar colectivamente sobre un tema para no herir ni tratar mal a las compañeras. Yo creo que es importante poner en práctica nuestro feminismo, que es un movimiento y una teoría que lucha por garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. De violencia también en las redes.
Pensemos entre todas, ¿cómo podríamos hablar sobre temas delicados (prostitución, maternidad y lactancia, compraventa de bebés, etc) desde el respeto, y el cuidado mutuo?, ¿cómo podríamos hacer para convertir el enojo en argumentos, para evitar malentendidos y malos rollos, para comunicarnos de la forma más amorosa posible?, ¿cómo debatir sin ira, sin rencor, sin agresividad, y sobre todo, sin ese tono de desprecio que se nos pone automáticamente cuando convertimos la conversación en una guerra?
Pensemos, amigas, que este facebook ultimamente está cargado de tensiones, peleas y malos rollos, y cada vez la gente se aísla más en sus grupos de afinidad, vamos a ver cómo podemos hacer para construir una comunicación más placentera para que podamos disfrutar todas.
Coral Herrera Gómez