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12 de noviembre de 2016

Sobre el amor a Dios y el odio a los pobres

Clasismo sin_vergüenza: el otro día la vicepresidenta de Costa Rica, Ana Helena Chacón, publicó un artículo sobre la reducción de la pobreza en el país. Me impresionó mucho que la gente en vez de alegrarse, se dedicara a meterse con la clase trabajadora. 

Su facebook y el del Presidente de la República se llenaron de comentarios clasistas tipo: "los pobres deberían dejar de ser tan vagos y ponerse a trabajar de verdad", "los pobres en realidad no quieren salir de la pobreza", "algo hacen mal y por eso son pobres", "los pobres son unos ignorantes", "los pobres se aprovechan de las ayudas del Estado", y también, por supuesto, muchos comentarios xenófobos y racistas contra los pobres que vienen de fuera. 


En esos comentarios asquerosos siempre metían a Dios de por medio, y yo me preguntaba: ¿pero cómo se puede ser seguidor/a de Jesús y odiar tanto a la clase trabajadora?. ¿Es compatible el amor a Jesús y el odio al prójimo?, ¿cómo es posible que haya gente tan violenta presumiendo de ser buenos cristianos?, ¿por qué no les da vergüenza manifestar públicamente su desprecio hacia los inmigrantes y la gente humilde?, ¿cómo es que no sienten ni una pizca de agradecimiento por las mujeres que crían a sus hijos e hijas, que limpian su mierda, que planchan sus ropas y cocinan los alimentos que comen, a los hombres que reparan sus casas, arreglan sus jardines y limpian sus carros? 


¿De dónde viene tanta ignorancia, miedo y odio? ¿Se hereda genéticamente, se adquiere a través de los medios de comunicación, o lo aprenden en las parroquias y en las escuelas de ricos?