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8 de abril de 2011

más amor, y menos golpes







- Es que cuando le conocí no era así; era un hombre maravilloso, si le vieras, tan guapo, tan galante, tan cariñoso.

- ¿Y por qué cambió entonces?

- Pues no sé, empezó a tomar mucho, y venía a casa y se ponía a golpearme por nada. Ahora ya no porque está mi hijo el mayor y no se lo consiente, pero antes me daba palizas y yo no le daba motivos, era el alcohol.

-Yo no encuentro que haya motivos para que un hombre te pegue, Guadalupe.

-Ya, bueno, lo que quiero decir es que ya entraba con ganas de pegarme a la casa, pero era porque  iba borracho, siempre los fines de semana se emborracha y se pone así.

-¿Y tú cuando bebes te da por pegar palizas a la gente?

-No, yo no, al revés, me pongo más cariñosa.

-Entonces no es el alcohol el motivo, ¿no?.

-No, es la rabia.

- ¿Y qué le da rabia?

- No sé, llega y empieza a llamarme estúpida, inútil, zorra, y puta, y de todo.  Es como para desahogarse, porque tiene un jefe que lo trata mal y le paga siempre tarde. Pero yo no tengo la culpa, digo yo.

-No, claro. 

- Ya no me pega porque una vez lo denuncié, pero me sigue insultando.

- Y tú que haces.

- Le digo que me deje en paz. 

-¿Y no te hace caso?.





-Le digo que me deje en paz y que se vaya con sus otras dos novias.

-¿Cómo dos novias?

-Si, tiene otras dos por ahí; por eso le digo que se vaya con ellas, que me deje tranquila, pero 
no quiere porque dice que ésta es su casa.

- ¿Y es su casa?

-Es de los dos, la pagamos a medias, pero es que además dice que a la que quiere es a mí.

- ¿Y tú crees que te quiere?

-No, porque si me quisiese no me pegaría, y no tendría a otras.

- Pues yo no sé entonces qué haces con él.

-Es que mis hijos son pequeños aun, y me dice que si le dejo me mata.

-¿Y si te vas a un sitio donde no pueda encontrarte?.

- ¿Dónde?. Además, que se vaya él y me deje a mi con los niños, ¿no?

- Pues sí, que se vaya con alguna de sus novias. Y si no, separaté, Guadalupe, de verdad.

-A veces deseo que se vaya con todas mis fuerzas, porque él pasa las noches donde le apetece y a mí no me deja salir. Trabajo como una mula de lunes a viernes en la fábrica y los fines de semana me tengo que quedar en casa, limpiando y viendo tele.

- Pero si no va a dormir tú puedes salir, y regresar sin que se entere.

-Alguna vez me voy con mi prima a tomar un helado, pero siempre tengo miedo de que me descubra, porque me dice que lo que quiero yo es estar con otros hombres. Por eso no le gusta que me vista guapa ni que me maquille, si no quiere ni que me tiña las canas, ni que tenga correo electrónico ni Facebook. Pero yo lo tengo para comunicarme con mi gente de mi país, en secreto.

-Yo lo que no entiendo es como aguantas esa situación, todo el fin de semana metida en casa. Todos necesitamos salir, ver a amigas, conversar, reír, desahogarnos, dar paseos, hacer cosas con la gente…

- Es que él es muy celoso.

- ¿Y cómo se puede ser celoso teniendo otras dos novias?.

-Porque él como es hombre sí que puede y yo como soy mujer, no. Eso es lo que él dice, aunque yo sé que no es así.

-Eso es machismo.

-Si, ya lo sé. Es que él es muy machista.

-Pues yo no podría estar con un hombre machista.

- Es que vos venís de otro país.

-En España también hay machismo, también hay hombres así.

- ¿Y qué hacen las mujeres allá?.

-Divorciarse, si pueden. Otras aguantan malos tratos toda su vida, y en algunos casos mueren asesinadas por hombres que se piensan que las mujeres son esclavas, propiedad privada.

-Acá también nos matan si nos descubren con otro o si les dejamos.

-Nos matan en todo el planeta.

-Igual hay algún país donde no hay machismo.

-En alguna tribu indígena prehistórica, pero en la mayor parte de los países nosotras nos llevamos todos los golpes.

-Yo por eso no me voy, porque como me encontrase, me mataría. Y porque no tengo plata para irme yo sola con los niños. ¿Lo entiendes eso?

-Si, claro, pero me cabrea mucho pensarlo, yo no podría estar con alguien así.

- Y tu novio, ¿es machista?, no debe de serlo si te dejó venir para acá tu sola…

-No tengo novio, pero no podría estar con un hombre que me dijese lo que tengo que hacer. Mis novios nunca me han pegado, ni me han prohibido hacer nada, ni me han dicho como tenía que vestir o actuar.

-Qué suerte, porque mi anterior marido era igual de machista. Yo no sé si es mala suerte o es que todos los hombres son machistas.

-No, no todos lo son.

- ¿Cómo son los hombres españoles?, seguro que tratan mejor a las mujeres.

-Algunos no son machistas y otros sí, como en todas partes. Pero como las mujeres tenemos independencia económica en mi país, porque trabajamos, pues es más fácil separarnos. Aunque ahora con la crisis han descendido los divorcios.

- ¿Y vos no querés tener un novio acá?.

- Yo he venido acá a trabajar.

- ¿Pero no te hace falta?. Claro, que mira, vos te podés mover con libertad, para qué querés un novio, si no te da miedo moverte por esta ciudad, y vas y vienes así…

-Jajajaja, si.

- Pero mira tenga cuidado que en cualquier momento le puede pasar como a mí, que te enamoras como una estúpida y te embarazan enseguida, y luego te das cuenta tarde de que el mae es un bruto y un machista, y es que de novios todos somos muy tuanis, pero después de tener a mi segundo hijo mi matrimonio se convirtió en un infierno, asi que ya era tarde.

-Nunca es tarde.

-Ya, eso lo dices vos que no tenés hijos.

- Bueno, pero tú además de tener hijos tienes a tu madre, a tus hermanas, a tus primas, que pueden ayudarte.

- Mi madre no me apoya, me dice que me tengo que aguantar. Y mis hermanas lo mismo, le vieron con otra hace años y no me dijeron nada, me enteré por una vecina. Ellas piensan que una mujer decente tiene que estar con su hombre.

-Pero ¿Cómo?, o sea, ¿que tú tienes que ser decente y él puede ser mujeriego, maltratador, alcohólico, posesivo y anularte como quiera?. Eso también es machismo.

- Si, es machismo de mujeres.

- Es el peor machismo, reina. Las mujeres tenemos que apoyarnos las unas a las otras, luchar por la libertad de una y de las demás.

- Pues en mi caso mi madre me dice que me tengo que aguantar, que los hombres son así, y que haber elegido mejor. Pero lo dice porque mi padre también la tenía encerrada en casa y no la dejaba salir, y la pegaba.

-¿ Entonces?, no lo entiendo.

- Yo es que creo que mi madre tiene rencor, pero no a los hombres, sino a las mujeres.

-¿Por qué?

- Pues porque fue hija única y mi abuelo no quería una mujer, sino un varón, y la trató mal toda su vida. Y ella quiso estudiar y no la dejaron, asi que se tuvo que casar. Por eso ese rencor, por eso piensa que sus hijas nos tenemos que aguantar como ella tuvo que hacer con su padre y su marido.

- Pues entonces así no avanzamos.

-Ya, pero mira tampoco mis hermanas quieren que deje a mi marido, que donde voy a ir sola, que una mujer sola tiene el riesgo de que la violen, y digo yo, si es peor que te violen en tu casa. Tengo una hermana que cada dos por tres está en el hospital y dice que no le deja a su mae porque está muy enamorada.

-Eso no es amor.

- Si, ella le quiere. Y él a ella, pero le pasa como a mi marido, que es muy celoso y como ella trabaja en una panadería, se enfada. Aunque mi hermana es muy fiel, y él se va de putas cuando quiere.

-Pues qué joya de maridos os echais, entonces.

-El mío también se va de putas, que me lo dijeron.

-¿Y no tienes miedo de que te pegue alguna enfermedad?.

-Si, a veces lo pienso.

-Yo ahorraría todo lo que pudiese y le dejaría.

- Pero es que vos sos joven, no tenés hijos, y te vas donde querés. Mi situación es otra.

-Tienes razón, pero…

-A mí me hubiera gustado ser como vos, estudiar, viajar, pero me quedé embarazada a los 17 años y ya me tuve que casar.

-Bueno, pero mira, ha pasado el tiempo y dentro de poco tus hijos serán mayores, igual te puedes volver con ellos a tu país, y dejar a tu marido que se busque la vida acá.

-Si, ese es mi sueño. Aunque lo mejor sería que se fuese y me dejase tranquila, y yo poder hacer mi vida.

- Pues tenemos que luchar por nuestros sueños.

- Sí, hacerlos realidad. Yo antes quería un hombre que me chinease (mimase) y que no me pegue, pero ahora pienso que no existen o que hay muy pocos.

- Claro que los hay.

-Pero no, yo prefiero estar sola y tener libertad, como vos. Porque me equivoco siempre cuando me enamoro.

- ¡Si enamorarse es maravilloso!. Lo importante es no juntarse con gente que te maltrate, Lupe. Y si te maltrata, poder separarte.

- Es que vos lo ves muy sencillo, Coralia, porque has tenido educación, o porque no has sufrido machismo, o porque allá en España hay menos, o porque has tenido suerte de no enamorarte de la persona equivocada. A mi me ha pasado dos veces, mala suerte…

-No es solo mala suerte, es la sociedad que te dice que tienes que tener un hombre a tu lado y que sola no puedes estar.

- Y las películas, que te lo pintan todo como muy lindo y luego no es así. Ya me lo decía mi madre, “Lupe no seas tan romántica que no te sirve”. Y tenía razón, no me sirvió para nada más que para embarazarme en dos minutos, y aguantar insultos y golpes durante años.

- Pero nunca es tarde, digo yo, ¿no?, yo te veo joven y fuerte, seguro que puedes liberarte si te lo propones,

- Lo que me pasa es que tengo miedo a estar sola, en el fondo.

- Estamos todos solos, reina. Venimos al mundo y la gente pasa por nuestra vida, y se van.... Esa sensación no se te quita ni con marido, ni sin marido, te lo digo yo. Al revés, si estás enamorada te ataca más la soledad, porque necesitas más compañía…

- Si, es cierto. Yo es que he sido muy fan del amor, y ahora estoy decepcionada, porque pensé que iba a ser feliz con mi segundo marido, y ha resultado ser tan machista como el primero.

- …Y creo que te sientes menos sola cuando tienes amigos, amigas, familia a tu alrededor.

- Pues por eso querría yo volverme a mi país, porque como acá este mae no me deja hacer nada…. Pero no me puedo regresar porque tengo que mandarle a mi madre y a mis hermanos plata para allá, así que es una responsabilidad la que tengo, porque en mi país no hay trabajo.

-En el mío tampoco.

-En eso no te puedo creer.

- En mi país hay tantos parados como habitantes tiene Costa Rica, casi cinco millones de personas.

- No te puedo creer.

-Creemé.

- Por eso estás vos acá.

-Ahá.

- Yo admiro tu libertad, y que seas capaz de estar tan lejos de tu familia.

- Y yo tu valentía, capacidad de entrega, de trabajo, de sacrificio, para sacar adelante a tus cinco  hijos acá y a tu madre y hermanos allá. Y lo más increíble es que a pesar de los maridos, tienes un carácter muy alegre y mucha fuerza para encarar la vida.

- ¿Tú crees?

-Si, me admira mucho.

Ella ríe, sonríe y se queda pensativa mirándome.

- Es que las mujeres no nos damos cuenta de lo que valemos.

- Claro, si tu marido se pasa la vida diciéndote que eres una inútil, como vas a pensarte tan valiosa.

- En realidad es porque tiene complejo de inferioridad, porque no sabe cocinar ni limpiar, ni cuidar guilas (bebés), ni viejitos, ni tener una casa bien llevada y ordenada. No sabe hacer otra cosa que poner ladrillos y beber.

-Ahá, por eso te dice que no vales, para sentirse superior.

- Pero es justo lo contrario, qué curioso, no lo había pensado. Pobres. Hay que educarlos para que no  se sientan inferiores, y para que nos traten bien.

- Y a las niñas educarlas para que no hagan su vida en torno a un príncipe azul que luego resulta ser un sapo.

Guadalupe ríe con los ojos brillantes.
- Hay tanto que hacer para que un día cambie todo, ¿verdad?.-me dice.

-Si, pero ya hay mucha gente trabajando en ello, muchos grupos de mujeres hablando sobre esto, trabajando sobre esto.

- Lo que tendría que haber es una televisión donde te dijeran la realidad, no donde te cuenten cuentos falsos de felicidad que luego no existe.

-Lo que tendría que haber es menos matrimonios, y más amor.

- Tenés razón, más amor. Más amor, y menos golpes.