29 de enero de 2014

¿Qué necesitan las Madres en su Día?







Este artículo fue publicado originalmente en la Red de Centros de Documentación de los Derechos de las Mujeres en Centroamérica:


http://cdmujeres.net/que-necesitan-las-madres-en-su-dia#forum45

En estos días en los que la publicidad nos bombardea a través de todo tipo de ondas, soportes y formatos con la Celebración del Día de la Madre en Costa Rica, me acuerdo mucho de la impresión que me causó, la primera vez que fui de vacaciones a la playa, ver a todas las madres y abuelas ticas pegadas a las ollas burbujeantes de arroz y frijoles durante todo el día.

En la orilla del mar sólo había hombres, niños, y adolescentes jugando, divirtiéndose, paseando, haciendo deporte, leyendo, charlando, tomando el sol, y a nadie parecía importarle el ocio y el descanso de las madres costarricenses. Nada más llegar a la playa empiezan a trabajar: construyen una especie de casita al aire libre (con sus mesas, sillas, la plancha de cocinar, pequeñas refrigeradoras, toldos para crear sombra y protegerse de la lluvia, hamacas, recipientes… sólo falta la televisión) y ahí se pasan todo el día, pelando papas, removiendo frijoles, lavando ropa, dando el pecho a sus bebés, y atendiendo al resto de la familia. Lo mismo que en la ciudad, pero viendo el mar.




Cuando llegó el Día de la Madre me sorprendió, sin embargo, cómo se ensalza la maternidad en Costa Rica para aumentar los beneficios de las empresas e incentivar el consumo. En todos los países, los comercios nos lanzan el mensaje de que si realmente quieres a la persona que te dio la vida, y aprecias su labor sacrificada y abnegada, lo lógico es comprarle algo como muestra de tu amor. Mamá se sentirá muy apreciada cuando abra los regalos: una sartén, un perfume, una crema, unas flores, un microondas, un celular último modelo, un libro, una plancha… pero ese día cocinará y lavará, como siempre, los platos de todos nosotros.

Todo el mundo sabe que lo que más necesita una madre es tiempo para ella misma, pero a ningún publicista se le ocurre animarnos a que cocinemos y limpiemos ese día «tan» importante para liberar a “Mami” de “sus” tareas. Y en el transcurso de la comida familiar, a nadie se le ocurrirá tampoco proponer que nos repartamos el trabajo siempre que haya reunión para que La Madre tenga la mañana libre.

Además de tiempo, las Madres necesitan cosas tan básicas como remuneración a cambio del trabajo que realizan, como todo el mundo, y vacaciones pagadas, como cualquier trabajador. Sin embargo, la cultura patriarcal invisibiliza estas necesidades y nos impone otras, como si los regalos caros pudiesen compensar la carencia de nuestros derechos básicos.

20 de enero de 2014

Que me tenga como una reina


Artículo de Coral Herrera publicado en El País: 

La peluquería es el lugar donde más aprendo sobre el patriarcado. En la de mi barrio, las mujeres no hablamos de lo que nos importa: solo se dan consejos de belleza, trucos domésticos o culinarios, sobre noviazgos, casamientos y divorcios.
Yo querría ir a una peluquería feminista, o a una peluquería ecologista, o a una de intelectuales, pero no sé si las han inventado aún en mi ciudad. De modo que no me queda más remedio que resignarme y escuchar el patriarcado mientras lo sufro en mis carnes como una tortura. Y pago yo, encima.
Siempre me digo que nunca más, y siempre vuelvo porque no se me da bien autotorturarme con la cera y he de reconocer que es un espacio maravilloso como fuente de inspiración. Suelo salir de allí con menos canas, menos pelos, menos esperanza en la Humanidad y con ideas nuevas para mis artículos.
De todas las cosas espantosas que escucho, la peor es: "yo quiero un marido con plata". Y es que piden poco mis compañeras de barrio: un marido con dinero que además sea joven y guapo, tierno y sensible a la vez que viril y fuerte, inteligente, divertido, fiel, sincero, comprometido, deportista, sano, simpático, estable…

Los hombres nos maldicen en sus operas, boleros y soleás, pero desde pequeñitas se nos educa para que deseemos un marido con plata. El estereotipo de las mujeres como seres interesados que nos aprovechamos de los hombres y les rompemos el corazón ha dado muchos frutos en la poesía y el cine, pero nos perjudica porque refuerza el estereotipo de la mujer mala, de la puta. Paralelamente, nos bombardean con la utopía del amor para que deseemos ser buenas esposas, entregadas a la causa. Pero invisibilizan el coste que tiene ser mantenida por un príncipe azul mientras se engorda y se envejece a su lado.
Para que las mujeres disfruten de la vida con sus compañeros en lugar de frustrarse anhelando "maridos con plata", creo que es esencial acabar con la desigualdad de género en todos los ámbitos. El camino, creo, es ir trazando estrategias conjuntas para crear economías solidarias en las que poder construir relaciones amorosas basadas en el bien común.

Conferencias y Talleres de Coral en España 2014



Gira por España Junio-Julio 2014: 

Barcelona-Sevilla-Cádiz-Madrid-País Vasco



BARCELONA 

27 de Junio, Viernes: Charla "Lo Romántico es político" en Llibrería Proleg
28 de Junio, Sábado: Taller en Centre Civic Barceloneta

Organizan: Homes Igualitaris





SEVILLA

2 de Julio: "Lo romántico es político"






CÁDIZ

4, 5 y 6 de Julio: 

Organiza: Campus Relatoras

MADRID

12 de Julilo, Sábado
Presentación libro Bodas Reales, Bodas patriarcales. en 

c/Tres Peces, Madrid



12 y 13 de Julio: 
Taller Lo Romántico es político





PAÍS VASCO 



15 de Julio: 
Conferencia: "Me cago en el amor"


12 de enero de 2014

Autocrítica amorosa para sufrir menos, y disfrutar más




Autoestima y autocrítica 

Las redes sociales están plagadas de cartelitos que nos aconsejan querernos mucho a nosotras mismas, habitualmente cargados de victimismo y autoconsejos para que no te rompan el corazón (podéis ver el análisis que hice de estos cartelitos en la serie  "Amores Horribles"). Son muchos los "expertos" que nos dicen que lo primero en la vida es quererse a una misma, que tenemos que lograr que nuestra propia vida sea el centro de nuestra atención, que nos alejemos de aquellos que nos critican y nos envidian, que no necesitamos a nadie más que a nosotras mismas para ser felices. En la mayor parte de los libros de autoayuda se incide mucho en la necesidad de tener la autoestima bien alta, en la necesidad de amarse sin límites, aceptarse tal y como una es, y exigirles a los demás que te acepten tal y como eres. Otros autores, sin embargo, han encontrado en sus investigaciones que no existe una correlación directa entre un alto nivel de autoestima y la felicidad.


Desde los feminismos también se incide en esta necesidad de acompañar el empoderamiento de las mujeres con altas dosis de autoestima, por eso siempre nos lanzamos mensajes unas a otras para que aprendamos a aceptar nuestro cuerpo tal y como es, para que seamos capaces de confiar en nosotras mismas y en nuestras habilidades, para que construyamos nuestra autonomía económica y emocional femenina y podamos así alejarnos de las estructuras patriarcales que nos discriminan en todos los ámbitos. 


Las mujeres hemos sido educadas para admirar la independencia de los hombres, para agradar a los hombres con nuestra belleza y encantos femeninos, para depender de ellos económica y afectivamente, para rivalizar con otras mujeres, para utilizar estrategias de guerra en nuestras relaciones sexuales y sentimentales.  Hemos sido entrenadas para el autosacrificio y la abnegación, para ser amantes, madres, enfermeras, cocineras, psicólogas, educadoras y arreglatodo. Hemos aprendido a anteponer los intereses de los demás miembros de la familia a los nuestros, y nos han enseñado que somos el sexo débil y que necesitamos la protección masculina, por eso es importante que nos cuidemos también a nosotras mismas. Nos han tiranizado con la idea de que para ser amadas hay que estar bellas y por eso luchamos contra la edad, las imperfecciones, la grasa y  los pelos. Por eso es importante que nos deshagamos de la culpa, nos aceptemos como somos y nos queramos por dentro y por fuera. Muchas mujeres gastan todos sus recursos en encontrar un marido que las salve del trabajo, y eso nos hace seres dependientes e inseguros que establecen relaciones interesadas. 


Entonces, sí, necesitamos querernos a nosotras mismas para poder querer a los demás. Pero es necesario saber reconocer la carga ideológica que se esconde bajo este bombardeo que recibimos para que reforcemos nuestra autoestima, porque se nos lanzan mensajes para reforzar el ego y propiciar el individualismo. Nos acabamos convenciendo de que "como nadie nos comprende" y todo el mundo nos hace daño, lo mejor es confiar solo en una misma, y alejarse de los demás. 


El mensaje de los libros de autoayuda es que tú eres mejor que los demás, que debes protegerte de los demás, y que son los demás los que están equivocados. La realidad sin embargo es que no somos "mejores" que los demás. Somos diferentes, somos singulares, pero no ayuda en nada lo de que la gente construya su autoestima sintiéndose superiores con respecto a los demás. 


Hay que empoderarse y quererse una misma, pero nunca podremos solas, actuando bajo la filosofía del "salvesé quién pueda". Solo unidas y tejiendo alianzas entre nosotras podremos liberarnos de las tiranías patriarcales que nos hacen odiar nuestros cuerpos y odiar a nuestras semejantes. 


Se trata, yo creo, de olvidarse de romanticismos individualistas y de trabajar desde y por para el amor, la empatía, la solidaridad, la cooperación, la ayuda mutua. La solución a la dependencia emocional femenina o a las soledades posmodernas creo que pasa por, entre otras cosas, crear redes de afecto colectivo. 


Sin embargo, para poder querernos más, y mejor, no podemos imponerle a la gente que nos acepte "tal y como somos", con todas nuestras miserias, con todos nuestros defectos, traumas y carencias. Para querer y que nos quieran, tenemos que trabajarnos todo aquello que nos hace daño o que hace daño a la gente que nos rodea. 


Creo que una debe de estar siempre en un proceso continuo de deconstrucción y construcción, de auto-análisis, de trabajo amoroso sobre una misma. Todos y todas podemos trabajarnos los miedos que nos habitan y nos comen, y muchas otras fobias como el racismo, el clasismo, el machismo, la homolesbotransfobia, la xenofobia... 


Podemos trabajarnos el egoísmo, la envidia, el masoquismo, el sadismo, la violencia y la agresividad, la impulsividad, la pereza, la tacañería, la avaricia, la  soberbia, el orgullo, la competitividad, la falta de sinceridad, la maldad y las miserias que nos habitan, la necesidad de dominar al otro, la tendencia a mentir, en fin, son miles los defectos que acumulamos todos en mayor o menor medida. 


Para poder trabajar todo esto lo primero es poder verlo: si nos creemos perfectas o perfectos, va a ser muy difícil identificar nuestros puntos a mejorar. Por eso es tan esencial escuchar con atención a la gente que nos quiere y que es sincera con nosotras, y por eso es tan sano reírse con los demás de una misma. 








¿Por qué es importante la autocrítica amorosa?

Creo que para estar bien una de las cosas más importantes es tener afectos diversos. Estar centrada en amarse mucho una misma no ayuda a construir relaciones bonitas con los demás. Por eso es importante trabajar autoestima y autocrítica a la vez. El reto sería: ¿cómo puedo ser mejor persona?, ¿cómo hacer más bonita mi vida y la vida de la gente que me rodea?, ¿cómo mejorar en lo que fallo, cómo eliminar lo que no me gusta de mí misma, cómo transformarme, cómo llegar a ser quien querría ser? 


¿Cómo ser más generosa, más solidaria, más sincera, más honesta, más buena gente? Esa es la pregunta con la que yo trabajo en el Laboratorio del Amor. Creo que si logramos ser mejores personas, podremos reducir el nivel de conflicto con los demás. Las relaciones humanas son difíciles porque son interesadas, porque nos organizamos jerárquicamente, y porque nos movemos en torno a continuas luchas de poder (con tu hija, con tu marido, con tu madre, con tu hermana, con tu jefa, con tu vecino, con tu abuelo, con tus compañeros de trabajo, con el empleado del banco, con la empleada del hogar, con el policía que te multa...)


A menudo creemos que "la gente" es mala, y que "nosotras" somos las buenas, y los demás son los "otros", son "los malos".  Sucede por ejemplo con la batalla eterna entre mujeres y hombres, cuando asumimos por ejemplo que "todos los hombres son iguales" para hacer ver que todos son mentirosos, egoístas e infantiles (y al revés cuando se mete en el mismo saco a todas las mujeres). 

Y ocurre que nadie es perfecto y que nuestro historial no está inmaculado. Todos hemos daño a alguien alguna vez, y hemos tenido que pedir disculpas cuando nos hemos portado mal. Pedir perdón es una gran capacidad humana, porque nos permite reconocer que nos hemos equivocado y que trataremos de no volver a hacerlo, y así es mucho más fácil arreglar los problemas y superar los conflictos. 









9 de enero de 2014

Amor romântico vs. igualdade de gênero: uma entrevista com Coral Herrera


Este post faz parte da nossa série sobre género e sexualidade na América Latina e Caraíbas [en], 
em colaboração com o Congresso Norte-americano sobre a América Latina [en] (NACLA, 
da sigla em inglês). Fique atento a mais artigos.

Ler Coral Herrera é como soprar uma rajada de ar fresco e optimismo na luta pelo respeito à diversidade. 
O seu blogue [es], os seus artigos, os seus livros [es] e as suas ideias são viagens ao fundo do que é 
considerado óbvio e normal. Coral interessa-se sobretudo pela igualdade de género e pelo efeito que
 os imaginários românticos têm na maneira como os homens e as mulheres se relacionam e se vêem a
 si mesmos.

Poderia também dizer-se que Coral Herrera pertence a uma nova geração de activistas que partem da
 luta pela igualdade de género mas que se recusam a ficar por aí. Os seus escritos analisam problemas
 estruturais nas sociedades ocidentais e identificam o desconforto que se expande para a vida íntima
 de homens e mulheres. A ideia é fazer uma desconstrução e uma crítica honesta das causas e 
consequências dos conceitos que são perpetuados e dos imaginários que defendemos sem sequer 
saber porquê.

Coral Herrera é uma grande entusiasta dos novos media e utiliza-os para partilhar uma grande parte do
 seu trabalho. Mas além de blogueira, Coral é também doutorada em Humanidades e Comunicação 
Audiovisual. Nascida em Espanha, mudou-se para a Costa Rica há alguns anos e trabalhou como
 professora e consultora para a UNESCO, para o Instituto Latino-americano das Nações Unidas
 para Prevenção do Delito e Tratamento do Delinquente (ILANUD), para a Agência Espanhola de 
Cooperação Internacional para o Desenvolvimento (AECID), a Universidade Sorbonne em Paris 
e a Universidade Carlos III em Madrid. A sua principal especialização é em matéria de género, 
e o seu ponto de partida o amor romântico. Assim, muito do trabalho que Coral Herrera tem 
publicado online está centrado na defesa da diversidade de amores [es], os mitos [es] e a
 dimensão política e colectiva do que entendemos por amor. Em Os mitos românticos [es], 
por exemplo, aborda as origens das imagens que temos sobre o amor e põe o dedo directamente
 na ferida:

Através do amor romântico, inoculando desejos alheios, o patriarcado aproveita para controlar 
os nossos corpos, para heterodirigir o nosso erotismo, para conseguir que assumamos os limites 
que tem a feminilidade e sonhemos com a chegada do Salvador (Jesus, o Príncipe Encantado…) 
que nos escolha como boas esposas e nos ofereça o trono do matrimónio.

Coral Herrera Gómez Blog

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